Azafata amamanta al bebé de un extraño después de escuchar sus sollozos histéricos durante el vuelo
Azafata demuestró una excelente atención al cliente
Patrisha Organo es una mujer que trabaja como azafata para una aerolínea de Estados Unidos, y recientemente realizó un post en su red social que dio de que hablar.
En un escrito que publicó a través de su Facebook, contó cómo fue la experiencia de amamantar a un bebé de otra persona durante uno de los vuelos cuando trabajaba.
Ella tuvo que realizar dicha acción porqué el bebé tenía un ataque de llanto, y para calmarlo, ella colaboró y lo amamanto.
MADRE ES MADRE BAJO CUALQUIER CIRCUNSTANCIA
Patrisha Organo relató su experiencia de amamantar a un bebé de un extraño durante su horario de trabajo, en un vuelo.
En el post que publicó en Facebook, comenzó contando lo sucedido: “Ayer se programó un vuelo de verificación para calificar como evaluador de la tripulación de cabina. Pensé que este vuelo iba a ser tan especial ya que es un gran paso en mi carrera de vuelo.”
UNA NUEVA EXPERIENCIA
“Todo transcurrió sin problemas hasta después del despegue, escuché el llanto de un bebé, un grito que hará que quieras hacer algo para ayudar. Fui con la madre y le pregunté si todo estaba bien, traté de decirle que alimentara a su niño hambriento,” explicaba Patrisha.
“Pero con ojos llorosos, me dijo que se había quedado sin fórmula. Los pasajeros comenzaron a mirar y mirar al frágil bebé llorando. Sentí un pinchazo en mi corazón. No hay leche de fórmula a bordo,” agregó la azafata.
“Pensé para mí mismo, hay una sola cosa que puedo ofrecer y esa es mi propia leche. Y así se lo ofrecí,” siendo una experiencia nueva para ella, de amamantar a alguien que no es su hijo.
UN VUELO ESPECIAL
Inmediatamente, parte de la tripulación le brindó la ayuda necesaria para que la azafata pudiera darle pecho al bebé. Se fueron a la cocina del avión para poder hacerlo en un lugar más privado.
“Vi el alivio en los ojos de su madre. Continué alimentando al bebé hasta que se durmió. La acompañé a su asiento y, justo antes de irme, la madre me agradeció sinceramente. Tenía razón, el vuelo será especial, muy especial no solo porque califiqué como Evaluador, sino que tuve que ayudar,” agregó la mujer.
Como palabras finales de agradecimiento, ella escribió: “Amamanté al bebé de un extraño en el vuelo. Gracias Señor por el regalo de la leche materna.”
El instinto de una madre es mucho más fuerte que cualquier cosa en el mundo, ejemplo de esto fue es Rebecca Montano una empleada de tienda que se convirtió en una heroína al tomar al bebé de a una joven que convulsionó de repente frente a ella.