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Michelle Obama se sintió como una "anomalía" cuando mamá de compañera enfureció por ella ser negra

La ex Primera Dama de los Estados Unidos escribió sus memorias tituladas "Convertirse".

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En ellas, relató sobre cómo la madre de una amiga de la universidad estaba "horrorizada" cuando se enteró de que la compañera de habitación de su hija en Princeton era negra.

Michelle agregó que su compañera de cuarto era una buena persona y que se mudó de su dormitorio compartido porque su madre no estaba cómoda con la situación.

Ella añadió: “Todo lo que sabía en ese momento es que a mitad de nuestro primer año, Cathy se mudó de nuestra habitación triple a una habitación individual. Me alegra decir que no tenía idea del por qué”.

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NO IMPORTA TU POSICIÓN, PUEDES SER DISCRIMINADO

Incluso como primera dama de los Estados Unidos, Michelle todavía tenía que soportar los comentarios racistas que le decían de vez en cuando.

Su experiencia demostró que títulos como 'Presidente' y 'Primera Dama' no son necesariamente una manera de la que las personas de color puedan escapar del racismo.

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Michelle todavía tenía que tolerar muchos comentarios racistas como a Pamela Ramsay Taylor que es un ejemplo de esto cuando dijo “un mono en tacones” al referirse a Michelle.

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TAMPOCO SON CASOS AISLADOS

La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo recibe hasta 30,000 denuncias cada año “por discriminación basada en la raza” en el lugar de trabajo.

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Michelle también comparte otros ejemplos, como su primera relación seria con un hombre llamado David, a quien conoció en una compañía de encuadernación.

En 2016, su esposo, el entonces presidente de los Estados Unidos, dijo en una entrevista que uno de sus vecinos se negó a tomar el ascensor con él.

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Estaba visitando a sus abuelos, y había conocido a la vecina y pensó que ella lo reconoció por todas las veces que visitó a su familia.

Pero ese día en particular, ella dudó en entrar al ascensor con él, estaba confundido y le preguntó si estaba subiendo, ella respondió: luego.

Cuando Obama llegó al piso de sus abuelos, notó que la mujer subía, ella solo esperaba el próximo turno para no tener que compartir el ascensor con él.

Dijo que estaba “solo preocupada por ir con [él] en el ascensor” y agregó: “Con el tiempo, empiezas a aprender a medida que vas por la calle, que de repente, las cerraduras comienzan a abrirse”.

La América blanca de hoy se apresura a decir que el racismo ya no existe y que los ciudadanos que nos blancos son tratados como iguales, pero todas estas historias de quienes sufren el comportamiento de algunos ciudadanos blancos demuestran lo contrario.

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