Gemelas siamesas todavía quieren estar cerca una de la otra incluso tras haber sido separadas
De acuerdo con el personal del hospital, un grupo de hermanas gemelas siamesas que fueron separadas exitosamente no quedaron contentas al entender que ya no estarían pegadas permanentemente.
Pese a que estas gemelas butanesas están disfrutando de su nueva independencia, aún quieren estar cerca una de la otra.
Nima y Dawa fueron separadas a principios de noviembre de 2018 en el hospital Royal Children, de Melbourne, Australia.
Su cirujano, el Dr. Joe Crameri, reveló que las niñas habían progresado y estaban sanando bien en las zonas donde fueron operadas.
“Están volviendo a una vida más normal", dijo Crameri.
Las niñas permanecerían en el hospital por un tiempo, sin quedar claro cuando realmente podrían volver a casa.
Su madre, Bhumchu Zangmo, quedó encantada y aliviada de que sus hijas fuesen separadas exitosamente, relató la ejecutiva de la Fundación Children First, Elizabeth Lodge.
Fue esta misma organización la que hizo posible que la familia fuese trasladada a Australia para la cirugía de seis horas que les cambió la vida.
Sobre las niñas, Lodge dijo que: "Están disfrutando de su independencia, pero ... también están disfrutando de la proximidad entre ellas y [todavía] son capaces de tirarse el pelo, lo que es encantador".
Al pasar de los días, sus personalidades empezaron a verse más claramente.
"Tratamos de separarlas un poco, pero siempre se las arreglan para volver a unirse y entrelazar sus piernas”, dijo la coordinadora de enfermería Kellie Smith.
"Están volviendo a una vida más normal", dijo Crameri.
Nos alegramos de que estas pequeñas puedan comenzar a tener una vida completamente diferente gracias a este maravilloso grupo de profesionales que decidieron darles una oportunidad a Nima y Dawa.
LAS GEMELAS QUE VIVIRÍAN TRES DÍAS PERO DESAFIARON PROBABILIDADES
Cuando estas otras gemelas siamesas Carmen y Lupita Andrade nacieron, los doctores dijeron que vivirían, a lo sumo, unos tres días. Ahora tienen 18 años, y viven vidas plenas y dichosas.
Carmen y Lupita están unidas desde la cavidad torácica hasta la pelvis, donde sus espinas dorsales se unen.
Comparten algunas costillas, el hígado, el sistema circulatorio, digestivo y reproductivo. Cada una tiene dos brazos, pero una sola pierna. Carmen controla la pierna derecha, mientras que Lupita controla la izquierda.
A pesar de estos abrumadores obstáculos, las gemelas viven vidas plenas, y hasta piensan en sí mismas como un sólo cuerpo.
Las chicas nacieron en Veracruz, México. A la edad de dos años, sus padres decidieron viajar a los Estados Unidos con una visa médica.
Esperaban que doctores estadounidenses pudiesen ayudarlos a separar a sus hijas. Sin embargo, el riesgo era el mismo cruzando la frontera, y finalmente, optaron por no realizar la operación.
Las gemelas han tenido que aprender a vivir sus vidas en conjunto. A pesar de haber aprendido a coordinarse físicamente, tienen identidades completamente únicas.