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¿Sabías? El tercer género de México que no se encuentra en otra parte de este mundo

Fabricio Ojeda
28 nov 2018
01:39

Esta clasificación es tan aceptada y reconocida en el pequeño pueblito del país centroamericano que las madres se sienten bendecidas cuando tiene un hijo muxe.

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En la región Istmo de Tehuantepec del estado Oaxaca, al sur de México, existe un tercer género aceptado por la comunidad zapoteca: los muxes.

"Somos el tercer sexo… Hay hombres y mujeres y hay algo en medio, y eso es lo que soy", explicó Felina, un hombre que nació llamándose Ángel, pero decidió cambiar su nombre masculino para sentirse identificada.

Esta tercera clasificación ha sido reconocida y celebrada desde tiempos prehispánicos en la región. Tanto así, que las madres se consideran bendecidas al tener un hijo muxe, pues son los que ayudan en los quehaceres de la casa cuando los hombres y mujeres cabezas de familia se ausentan para trabajar.

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Además, según Fernando Noé Díaz, un maestro de escuela primaria que tiene muchos amigos de lujo, a los muxes no se les permite socialmente tener relaciones a largo plazo o casarse para que puedan quedarse con sus madres cuando envejezcan.

“Cuando el hombre está en el mar o en el campo y la mujer está en el mercado, no hay nadie para cuidar de la familia. Ahí es donde entra el muxe ", explicó Noé Díaz.

No hay un estilo de vestir específico para aquellos que se consideran muxes. Hay algunos que, como las tehuanas locales, visten los mismos trajes hermosamente bordados que recuerdan a los trajes de Frida Kahlo. Otros lucen ropa de drag queen. Mientras que un maquillaje sencillo y esmalte de uñas basta para otros tantos.

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Lo más hermoso para la comunidad, es cuando todos ellos se reúnen en la Vela de las Intrepidas, la celebración anual de muxes que se realiza cada noviembre, desde la década de 1970, en Juchitán de Zaragoza, una pequeña ciudad en el Istmo de Tehuantepec.

Esta fiesta nocturna, que se ilumina con velas, es organizada por los mismos muxes, y lo que en esencia celebran es la parte católica de la identidad de lujo, puesto que el tercer género ha sido aceptado por la iglesia de esa comunidad como algo natural.

“Dios creó a la mujer y al hombre, pero también creó la naturaleza humana”, expresan los sacerdotes en su homilía.

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“Los muxes siempre han tenido un papel importante en la iglesia católica local. Su trabajo era preparar las decoraciones de la iglesia… En Tehuantepec, la ciudad de donde vengo, los muxes tienen su propia hermandad dentro de la iglesia", explicó Lukas Avendaño, uno de los transgéneros presentes en la vigilia.

De esta forma, expresó que la Iglesia católica acomodó la tradición de tres géneros que es tan fuerte y profundamente arraigada en la cultura local.

Pero este concepto solo existe en el Istmo de Tehuantepec y, debido a las dudas sobre la proveniencia de este género, muchas leyendas nacieron para llenar ese vacío.

Algunos dicen que se cayeron del bolsillo de Vicente Ferrer, el santo patrón de Juchitán, al pasar por la ciudad. Una segunda versión dice que Vicente Ferrer llevaba tres bolsas: una con semillas femeninas, una con semillas masculinas y otra donde las dos estaban mezcladas.

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De acuerdo con la última leyenda, la tercera bolsa se filtró en Juchitán, y esa es la razón por la que hay tantos muxes en el lugar.

Lamentablemente, aunque sean muy aceptados en la región, también enfrentan, por lo general, el mismo grado de discriminación que sufren los homosexuales o los transgénero.

Las culturas y sus implicaciones son diferentes en cada lugar del mundo y la aceptación a situaciones “diferentes” es mayor o menor también dependiendo de cada persona.

Un claro ejemplo son Nikki y Louise Draven, de Middlesborough, Gran Bretaña, quienes no creen que deban imponerle un género a su hijo Star Cloud.

De esta manera explican que han decidido criar al niño de cinco años como una “persona” y no como un “varón”.

Una importante historia. que imparte un inspirador mensaje.

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