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Adorable foto de niña quedándose dormida fue señal de alerta para diagnóstico de cáncer temprano

Dave Fletcher, un papá de 39 años, creyó que estaba tomando una foto inocente, pero el cansancio de la pequeña Izzy resultó ser un síntoma de leucemia.

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La foto de una niña que se estaba quedando dormida mientras se balanceaba en un columpio contenía pistas siniestras de que padecía cáncer.

Dave Fletcher, de 39 años, tomó la decisión de creer que estaba capturando un hermoso momento de la infancia de su hija, después de que la pequeña Izzy se quedara dormida cuando tenía 23 meses.

Pero semanas después, el padre y su esposa Vicky, de 37 años, se horrorizaron al descubrir que el cansancio de su hija era en realidad un signo de leucemia.

La niña valiente desde entonces se ha sometido a 570 rondas de quimioterapia extenuante y ahora está recibiendo terapia de mantenimiento en un intento por detener el regreso del cáncer.

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Dave, de Claines, Worcs, dijo:

"Era solo una tarde en los columpios. Ella estaba girando, me di vuelta y ella se había caído. Estaba somnolienta y se quedó dormida, pero no pensé mucho en eso. Pensé que era un momento lindo y solo le tomé una foto”.

“Fue solo después que nos dimos cuenta de que todo era parte de los síntomas y que lo que había capturado mostraba signos de algo más”, contó.

La niña había estado cansada, también tuvo algunos resfriados o virus, y un poco de moretones en las piernas. Pero pensaron que eran los golpes normales de la infancia y las enfermedades menores.

"Te pones un poco sentimental, mirando fotos de ella antes de saber que estaba enferma, simplemente te das cuenta de lo mucho que ha pasado desde que era tan joven", dijo.

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"Fue solo después que nos dimos cuenta de que todo era parte de los síntomas y que lo que había capturado mostraba signos de algo más"

La pareja había llevado a Izzy a ver a un médico de cabecera en enero del año pasado después de que apareció una erupción extraña en su pierna y se les dijo que regresaran para realizarse análisis de sangre.

Pero a la mañana siguiente, su erupción se había extendido y tenía fiebre, por lo que la llevaron al Hospital Real de Worcester.

Le diagnosticaron leucemia el mismo día y comenzó un tratamiento de quimioterapia la semana siguiente. Izzy pasó su segundo cumpleaños en el hospital mientras esperaba un procedimiento para tomar muestras de su médula ósea.

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La pequeña está inscrita en un ensayo clínico llamado UKALL 2011, cuyo objetivo es ver si cambiar el tratamiento de quimioterapia reducirá los efectos secundarios, y continuará en tratamiento hasta mayo del próximo año.

"Ella ha crecido muy rápido y ha sido sometida a medicamentos que no le gustan, pero hasta ahora ha tomado todo a buen ritmo. Cuando la diagnosticaron, salió de la nada. Los dos estábamos en un shock real porque sucedió tan rápido”, dijo Dave.

En otra historia, se puede ver una imagen de una pareja mientras llevan a su hijo de 2 años a través del pasillo de un hospital que ahora está capturando corazones en todas partes.

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Celia y Geff Kinzel se casaron este mes en la capilla del Hospital Nacional de Niños en Columbus, Ohio, donde su hijo Logan es un paciente. Después de la ceremonia del 7 de enero, la abuela de Logan tomó una foto de su regreso a su habitación con su madre y su padre.

"Todos se emocionaron", dijo Celia Kinzel a ABC News de la foto. "Realmente espero que con todo esto, eso aumente la conciencia sobre el cáncer pediátrico. Antes de que esto le sucediera a Logan, pensé que era raro. Espero que esto arroje algo de luz sobre él y que la gente vea que es común".

Logan Kinzel fue diagnosticado con cáncer cerebral en grado 4 por segunda vez en noviembre y ha realizado cinco ciclos de quimioterapia.

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Esta historia nos recuerda a la de una valiente niña de 3 años con pierna amputada demuestra que "ser diferente es algo bueno".

Penny nació con hemimelia fibular, una extraña condición en la cual los niños nacen una fíbula corta o ausente del todo, afectando a otros huesos de la pierna, el pie y el tobillo. La fíbula de Penny estaba ausente, y su pie izquierdo estaba poco desarrollado, con apenas 4 dedos.

Al principio, Angelica temía que jamás podría ver a su hija correr, jugar o sonreír como los demás niños, al no saber nada de la condición, pero el final fue distinto.

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