Mujeres españolas reciben rechazo social tras decidir no tener hijos

Tener o no tener hijos es una decisión profundamente personal. Sin embargo, la sociedad no deja de meterse, sometiendo a quienes deciden no ser madres al escarnio público.

Hoy en día, cada vez más mujeres en España y el mundo entero toman la decisión de no tener hijos. Y lo que debería ser un tema personal, en el que prelan íntimas motivaciones, rápidamente se ve puesto en tela de juicio.

Bien lo sabe Teresa Cebrián, coordinadora cultural, quien explica en entrevista con El País el efecto que tiene su decisión de no tener hijos en otras facetas de su vida. Cuando le preguntan que si tiene hijos, "cuando dices que no, te miran con lástima, como pensando, pobrecita, seguro no puede".

"Cuando les aseguras que no eres madre porque no querías serlo, se asombran"

Cebrián no está sola. En la primera mitad de 2018, España tuvo la menor cantidad de partos (180.000) desde 1941, cuando comenzaron a llevar registros.

"En la mayoría de los paises europeos y occidentales, el número de mujeres que no quieren hijos es de alrededor de 10%, y España está a la par con ellos", explica Albert Esteve, director del Centro para Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esto implica de 1 de 10 mujeres enfrenta condenscendencia de la sociedad.

Pero va más allá de mera condescendencia. Las parejas románticas tienen problemas para aceptarlo, o si quiera entenderlo. "Me parece que no se lo creen, y si bien dicen que no tienen problema con eso, tarde o temprano quieren [hijos]", cuenta Cebrián. "Las que nacimos a fines de los 50s o inicios de los 60s tomamos el control de nuestras vidas. Me refiero a diferentes grupos sociales, no sólo la élite", dijo.

"Algunas habrán decidido no ser madres porque interfiere con sus carreras, por problemas de balance trabajo-familia, u otras razones, pero muchas de nosotras simplemente no queremos"

La fotógrafa Eva Máñez dice a la misma fuente no tener la paciencia, el tiempo ni las ganas de tener hijos. Pero siente presión de sus pares por convertirse en madre, cosa que no hizo en sus 20s ni 30s. Ahora que es mayor, "insisten en que todavía me queda tiempo".

Esa presión social es experimentada por mujeres como Teresa y Eva de forma permanente, y de todas direcciones. Otra frase típica, "¡pero si todavía eres muy joven!", irrita a Vanesa Machuca, empleada de Recursos Humanos de 38 años.

"Es como si yo estuviese menos clara de que no voy a tener hijos porque soy joven", dijo al diario español. Dice que en España "los salarios son de los más bajos de Europa", agregando que "tengo amigos que no tienen hijos porque no pueden costearlo".

"O eres un gerente con gran salario que te permite pagar a alguien que los cuide cuando no estás en casa, o tienes un perfil diferente y tienes que reducir tus horas o limitar tu carrera"

Para Alicia Kaufman, profesora de sociología en la Universidad Alcalá de Henares, el "síndrome de cuna vacía" es el nuevo "síndrome del nido vacío".

"Uno factor clave al decidir si tener hijos o no es el desarrollo profesional, principalmente porque, aparte de algunas loables excepciones, las compañías castigan la maternidad. También hay que considerar la movilidad laboral, y la falta de apoyo estatal"

"En la era de Franco, España tenía una de las tasas natales más altas del mundo, la dictadura premiaba a las familias grandes. Pero después de 1976, hubo una masiva caída. ¿Por qué? La venta de anticonceptivos fue legalizada, y las mujeres tuvieron acceso a planificación familiar. También fueron absorbidas en masa por sitios de trabajo, y los factores religiosos perdieron peso", explica Kaufman.

Además, la sociedad tiende a hacer invisibles a las mujeres que deciden no tener hijos. "La mayoría de las mujeres a mi alrededor tienen hijos, y las que no tienen, o no han podido, o no están en una relación", cuenta Laura Muñoz, de 47 años.

Laura es trabajadora social, y está rodeada de menores de edad todo el día. Se queja de la falta de visibilidad de quienes deciden no ser madres. "Yo me decidí antes de los 30, pero la sociedad está diseñada para que todos salgamos del mismo molde", dijo.

Al mismo tiempo, la sociedad ofrece formas de satisfacer nuestras carencias que no involucran tener hijos. La vida moderna está llena de gustos y distracciones. Y si bien el reloj biológico es un hecho científico, siempre habrá mujeres para quienes no tenga mayor efecto.

Y tienen motivos. Con poco apoyo estatal, bajas tasas de natalidad y altas probabilidades de ver sus carreras afectadas, sobran las razones para decidir no tener hijos. El problema es que el paradigma de la sociedad sigue viendo mal esta decisión.

Como consecuencia, la gente aún sospecha de los que escogen no reproducirse. "Sé que socialmente se considera muy egoísta, y sé que hay problemas con las tasas de natalidad, pero no", dijo Ana Ambra, de 43 años, a la misma fuente.

"No quiere ese tipo de responsabilidad en mi vida, simplemente no la quiero"

Orna Donath, socióloga israelí, decidió investigar el fenómeno de mujeres que no desean hijos, para saber si era la única (pues ciertamente, se sentía como la única). "En mis estudios, escuché, primero y principal, "no quiero". La sociedad les pregunta, "pero, ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?". No aceptan la rpimera respuesta, "simplemente no siento que lo quiera".

"Es una sensación interna. No pueden explicarlo, y no creen que deban hacerlo. Ni siquiera creen que necesiten intentar comprenderlo. Pero siempre las instan a explicarse porque, bueno, ¿una muejr que dice que no quiere ser madre? Nadie piensa en eso como algo que sea posible"

Y opiniones como estas son compartidas por más y más mujeres cada día. Y sobran las razones. Según revela un reciente estudio científico, la carga de la maternidad dura toda la vida, pues los hijos adultos siguen quitándole el sueño a sus padres.

Todo aquel que tenga hijos sabe que es una preocupacion constante, y que no dejan de ocupar nuestra mente sólo por cumplir la mayoría de edad. Y ahora la ciencia tiene pruebas.