Madre que enfrenta desalojo prefiere tomar su propia vida que dejar a hija vivir en las calles
Hace aproximadamente un mes que la madre española publicó en Twitter un video pidiendo a su hija que la perdonara por suicidarse. Un aplazamiento judicial ha corrido la fecha al 23 de enero.
Elisabet Posada causó gran controversia el pasado mes de diciembre, luego de publicar en su cuenta de Twitter un par de videos en los cuales amenaza a la municipalidad y autoridades con su propio suicidio si llega a ser desalojada de su departamento, tras más de un año sin pagar el alquiler.
En otro video, pidió perdón a su hija por decidir tomar su propia vida. "Espero que me pueda perdonar algún día. Lo haré para que no tenga que dormir en la calle", le manifiesta en la grabación. Su suicidio estaba pautado para el 26 de diciembre, pero un aplazamiento judicial corrió la fecha hasta el 23 de enero.
"Sigo pensando en el suicidio. Antes que mi vida va la de mi hija. Si mi hija tiene que dormir en la calle —y sé que hay muchos niños durmiendo en la calle— valoro más su situación que mi vida. Sé que así tendría un techo"
Posada lleva una década en Madrid, Solía ser camarera en restaurantes de alto perfil en la ciudad, por lo que se trajo a su hija hace casi tres años. "Ganaba bastante dinero como para alquilar esta casa y pagar a una mujer que cuidara de mi hija cuando yo trabajaba". Entonces comenzaron los problemas de salud.
En primera instancia fue un quiste hemorrágico que dejó hospitalizada. Luego una bacteria estomacal la atacó por un año antes de ser correctamente diagnosticada y tratada. Fue entonces cuando decidió aceptar que no le renovaran su contrato. Vivió un año de sus prestaciones, pero cuando ese dinero se agotó, dejó de pagar el alquiler.
Aún sin trabajo y con una boca que alimentar, Posada se apoyó en subsidios de desempleo y renta mínima, que sumaban unos 500 euros al mes. "Con eso pago las facturas del gas y la luz. Casi no da para más", explica la mujer.
Hablando de su casero, dijo que "sé que le estoy ocasionando un perjuicio enorme. Llevo un año sin pagarle, pero no tengo a dónde ir, y menos con mi hija y casi sin poder andar". Sufre de depresión y está medicada.
"Estar así te mata en vida, cómo no vas a pensar en el suicidio. La medicación es fuerte pero aun así no soy capaz de dormir por las noches, casi no como, no paro de llorar. Mi día a día es horrible. Sólo me ayuda a olvidarme un poco de la situación el momento en que llega mi hija a casa por las tardes".
No es exactamente un ambiente apropiado para criar a una niña, pero es todo lo que puede ofrecer Posada. Solo queda esperar que, reciba o no el alquiler social por el que tanto ha luchado, las autoridades competentes evalúen su salud mental y su competencia como madre, para proteger a su pobre hija.
En 2017, presentó solicitudes para obtener un alquiler social de baja renta de las autoridades gubernamentales. Le dijeron que tenía altas posibilidades de obtener ayuda en su caso, por contar con múltiples factores que ameritan ayuda. Pero la respuesta oficial sigue sin llegar.
"Primero decían que en octubre del año pasado, después que en enero de este año. Ahora hasta marzo o abril de este año. A mí me echan a la calle en menos de 15 días. Creo que las Administraciones Públicas no están haciendo bien su trabajo", explicó Elisabet.
"Tenemos ahora mismo 6.000 viviendas y hay más de 29.000 solicitantes. No tenemos los recursos que nos gustaría, sobre todo tras la venta de miles de viviendas a fondos de inversión por el anterior Gobierno, unido a su política de venta a particulares. Ahora sólo queremos ofrecer alquileres asequibles, que es lo que está demandando la ciudadanía", explican las autoridades.
No sería el primer suicidio que se registra recientemente por motivos de alquiler. Hace poco, Alicia, una mujer de 65 años, saltó de un quinto piso al enterarse de que sería desahuciada.
En otro indignante caso, Mary, una anciana de 99 años, fue echada a la calle luego de ser estafa por uno de sus descendientes.
Posteriormente, Mary fue ingresada a un hospital for sufrir de hipotermia, al verse obligada a estar expuesta a los elementos.
En otro preocupante caso, una policia de Uxbridge, Londres sacó de la estación de policia a un indigente sin importar las bajas temperaturas las cuales le causaron la muerte al desamparado.
La oficial Bhupinder Kalsi fue recientemente despedida luego de dejar morir a un vagabundo en las afueras de la estación policial donde la mujer policía laboraba.