La desesperación de familiares buscando a sus seres queridos tras la trágica explosión en México

Las víctimas fueron a recoger gasolina para ahorrarse la compra del combustible, o bien, ganarse unos pesos al venderlo.

Una explosión en una toma clandestina de combustible en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex ha dejado al menos un saldo de 91 personas muertas y otras 52 heridas.

El incidente ocurrió al anochecer del pasado viernes 18 de enero en el ducto Tuxpan-Tula, en la comunidad de San Primitivo, a la altura del municipio de Tlahuelilpan, a 100 kilómetros de la Ciudad de México.

Alrededor de 800 personas intentaban llenar sus bidones de gasolina, sin imaginar la tragedia que los asechaba.

Patricia González, directora en Hidalgo del DIF (Desarrollo Integral de la Familia), explicó que en el Palacio Municipal hay una lista de 65 desaparecidos, aquellos que sus familiares no han localizado entre los heridos o muertos.

“Había adultos, pero también niños. Pedían ayuda, gritaban que se estaban muriendo. Y muchos murieron", dijo Teresa Zacarías, testigo de la tragedia.

BOTE DE COMBUSTIBLE EN TOMA CLANDESTINA

Según los medios, al producirse la explosión, el combustible creó una especie de barrera de fuego en la zona donde se encontraba la mayor cantidad de personas en una especie de zanja.

Según Pemex, se trataba de una toma clandestina instalada para robar el combustible del ducto.

Una testigo de la tragedia, identificada como Teresa Zacarías, contó entre lágrimas que "la gente corría envuelta en llamas, como antorchas humanas”.

Y agregó: “Había adultos, pero también niños. Pedían ayuda, gritaban que se estaban muriendo. Y muchos murieron".

ESCASEZ DE COMBUSTIBLE

La tragedia tuvo lugar tres semanas después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, arremetiera contra grupos delictivos que han efectuado peligrosas perforaciones en ductos de combustible para instalar tomas clandestinas para su extracción ilegal.

El combate contra el robo de combustible ha generado una amplia escasez que afecta a las gasolineras en todo el país.

López Obrador pidió a los lugareños a que rindan su testimonio no solo de lo ocurrido el viernes en Hidalgo, sino de toda la cadena del mercado negro del robo de combustible.

“Vamos a erradicar eso que no sólo daña materialmente, no sólo es lo que pierda la nación por ese comercio ilegal, este mercado negro de combustibles, sino el riesgo, el peligro, la pérdida de vidas humanas”, dijo el presidente.

BÚSQUEDA DE RESTOS HUMANOS

Desde la mañana del domingo se sumaron varios vecinos de la zona a las labores de búsqueda, organizados por la Procuraduría de Hidalgo.

Se llevó a cabo un "barrido" en la zona para recuperar cualquier indicio o restos humanos que ayuden en la investigación.

El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, aseguró que aún se buscan restos de personas hasta con drones, debido al grado de calcinación que muestran los cuerpos que fueron rescatados.

La mayoría de los testimonios de los familiares de las personas que murieron en la explosión, coinciden en que las víctimas fueron a recoger gasolina para ahorrarse la compra del combustible, o bien, ganarse unos pesos al venderlo.

DESESPERADOS ESPERANDO SABER DE SUS FAMILIARES

Los cuerpos de seguridad, militares y policías delimitaron la zona el pasado sábado hasta donde la gente se podía acercar.

Decenas de personas esperaban fuera de este perímetro, esperando saber algo de sus familiares desaparecidos en la explosión.

Muchos deambulan por hospitales y funerarias en busca heridos y muertos que esperan ser identificados mediante pruebas de ADN.

Un hombre, padre de víctimas de la explosión, lamentó que sus hijos hayan observado a la gente llenando sus bidones de gasolina y que ellos decidieran acercarse para hacer lo mismo.

Misael y Víctor Hernández, hermanos y ambos de oficio carniceros, bajaron de su camioneta un envase de 20 litros para llenarlo de gasolina cuando "les agarró la lumbre", contó el padre de los jóvenes, y puedes conocer su testimonio aquí.