Mujer fallece por error de farmacia tras ingerir fármaco erróneo en caja diferente a la recetada

Un comunicado que informaba sobre las posibles confusiones entre los fármacos se debía repartir a los dueños y empleados de las droguerías, pero este envío nunca se realizó.

Eileen McAdie, de 65 años de edad, falleció por negligencia médica, en Dartford (Inglaterra), después de tomar un medicamento “equivocado” que se encontraba en una caja diferente a la prescrita.

La paciente, que sufría de culebrilla, pasó murió 11 días después en el hospital, en septiembre de 2016, después de caer en un coma profundo.

Se conoció que la mujer británica se dirigió a la farmacia para buscar su medicación habitual de Amitriptilina, pero lo que por error contenía la caja era Amlodipina. El primero es un fármaco que se emplea para aliviar el dolor, mientras que el segundo es para tratar la presión arterial alta.

La confusión de estos dos medicamentos, ocurrida en The Village Pharmacy, pero desconocida por sus empleados, afectó considerablemente el estado de salud de McAdie, quien falleció a la semana de caer en coma. El abogado de la familia, Nick Fairweather, dijo que se iniciaría una investigación.

Descubrieron que el 19 de septiembre de ese año, la Dra. Julie Taylor, médico de cabecera de la Sra. McAdie, le había recetado una dosis diaria mayor de Amitriptyline para tratar el dolor severo causado por las culebrillas en su cara y cuello.

Pero la Dra. Taylor señaló que el farmacéutico Josiah Ghartey-Reindorf informó que se había entregado el medicamento equivocado. Él estaba al tanto de la posibilidad de que hubiese fármacos mezclados entre las cajas, pero no había dicho nada.

El forense Christopher Sutton-Mattocks aseveró que "este fracaso es sustancial, no trivial… Es una parte fundamental del papel de un farmacéutico que se dispensen los medicamentos correctos. Su muerte fue contribuida por negligencia".

Una vez internada, el médico que la atendió, el Dr. Shivan Kanani, explicó en la segunda sesión judicial que la mujer poseía una presión arterial "especialmente baja" y que se dio cuenta del error al presentar el medicamento.

“Una prueba que el organismo de McAdie no resistió dada su presión arterial frecuente de 80 sobre 50 frente a la de una persona sana establecida entre 120 y 180”, detalló.

La familia, notablemente afectada, describió a la señora McAdie como "una esposa, madre, hermana y abuela muy querida".

"Perder a Eileen en cualquier circunstancia hubiera sido una tragedia para la familia. Que se la arrebaten de la forma en que ocurrió aquí, a través de estos errores, es insoportable".

Tras la investigación, se concluyó que el Sr. Ghartey-Reindorf no hizo circular un boletín informativo a los propietarios y empleados de las farmacias que advertía sobre la mezcla de recetas.

Por lo mismo, fue remitido al Consejo General de Farmacéuticos y destituido de su puesto en New Ash Green, por lo que está entrenando en otro lugar.

Los especialistas de la salud son diariamente enaltecidos por sus amplios conocimientos médicos, pero la verdad es que no escapan de ser simples mortales. Esto queda comprobado cuando ocurren este tipo de errores fatales.

Las pruebas están en los miles de casos que se pueden leer al respecto en Internet, como el de la muerte por negligencia de una niña andaluza, cuya familia será "beneficiada" por la Sanidad de Andalucía, que tendrá que pagarles una importante suma de dinero. Todos los detalles de este caso están en este link.