Confundida con un hombre y ofendida, mujer trans comparte la triste experiencia de ir al hospital

La discriminación sexual sigue siendo parte de nuestro día a día, a pesar de que las costumbres y derechos se han modernizado mucho en las últimas décadas, y una transgénero británica de 34 años se enfrentó con esta áspera realidad.

Chantelle Saunders, una mujer que está haciendo la transición de hombre a mujer, pasó un muy mal rato en el hospital Royal Devon y Exeter, en Exeter (Gran Bretaña), la pasada Nochebuena, cuando una enfermera supuestamente la confundió y le dijo de forma poco cortés que era un hombre.

Saunders estaba en el recinto médico visitando a una amiga y, para alegrar a los pacientes, se fue disfrazada como Ann Summers Mrs Claus. Cuando deseó “feliz Navidad” en la recepción, la empleada respondió: “Er ... es un hombre”.

“Mi amiga estaba en una operación y había una enfermera en el cubículo. Dije 'Feliz Navidad' y la enfermera respondió 'Er ... es un hombre'. Dije: 'No, soy una mujer transgénero' y ella dijo 'errgh'”, detalló.

Incómoda, ofendida y “muy molesta”, Saunders le tuvo que aclarar que está haciendo la transición de hombre a mujer, para que luego el hospital se excusara diciendo que la enfermera la confundió con un hombre porque "tenías una barba completa y vestías con atuendos masculinos".

Ante esto, explicó que nunca había tenido barba, ni siquiera antes de comenzar su transición de tres años, y decidió llevar su queja a otro nivel.

De este modo, se presentó ante el NHS (Servicio de Asesoramiento para Pacientes y Enlace), donde expuso lo ocurrido. La respuesta fue un comentario en las redes sociales del asistente del jefe de enfermería disculpándose por decir "Feliz Navidad, señor".

No obstante, las autoridades del Devon y Exeter están dispuestas a hablar con Saunders para ver si pueden "explorar cómo podemos resolver los problemas pendientes que ella tiene".

Pero su decepción como mujer no desapareció, ya que explicó que el hospital no se había molestado en entrevistar como testigos a los dos amigos que andaban con ella esa Nochebuena.

Tras hacer pública su experiencia, Saunders quiere crear conciencia sobre lo difícil que es la transición de género cuando se reciben críticas constantes que merman la confianza del paciente, en vez de ayudar a facilitar el proceso de cambio.

En un ejemplo claro, es de conocerse que la Iglesia católica no es precisamente la religión que hace sentir más integrados a los gays en todos los géneros, y una feligresa incluso se metió en problemas con la justicia por usar un “pronombre incorrecto para una mujer transgénero” por las redes sociales.

Este mal trago que está pasando la creyente por inspirarse en sus publicaciones en Twitter tiene a muchos lectores interesados. Puedes encontrar toda la historia haciendo click aquí.