"Mi maltratador hizo que perdiese un hijo embarazada de seis meses"

La hija de Natalia forma parte de las estadísticas: Más de un 64% de los menores con madres víctimas de violencia doméstica, son testigos de maltratos antes de los 24 meses de días.

Natalia es una de las tantas madres que día a día sufren los embates de una relación tóxica, que la convirtió en una persona carente de independencia, empuje y alegría.

Como víctima de la violencia de género, esta madre no solo sufrió las consecuencias de la ira de su maltratador, también fue estigmatizada y amenazada con perder a su hija, al punto de perder un embarazo de seis meses.

LA PESADILLA DE NATALIA

Cuando Natalia conoció a quien fuera su marido y padre de su niña, esta era una mujer independiente, poderosa y auténtica, sin miedo a mostrarle al mundo quien es.

Desafortunadamente las cosas cambiaron para peor, pues su pareja comenzó a mostrarle la peor cara del machismo desenfrenado agrediéndola mental y físicamente.

"Lo primero que pensé cuando me agredió, fue que no se lo podía contar a nadie", dijo Natalia.

EL CONSTANTE HORROR LE QUITABA LAS GANAS DE VIVIR

Al olvidarse de la importancia de denunciar, Natalia indirectamente estaba consintiendo el trato que su marido le deba, sin embargo, pronto llegaría el punto de quiebre.

Con un bebé en camino, esta madre comenzó a considerar todo y a veces llegaba a conlusiones que solo aparecen en momentos de desespero total.

"Temía muchísimo por mi hijo. Con el embarazo tan horroroso que me dio, ese niño no podía venir bien.. y lo perdí embarazada de seis meses. Me culpabilizó a mí de todo. Entre la depresión que tenía por haber perdido a mi hijo y lo que me machacaba este señor, tuve momentos en los que dudé si seguir adelante... pero luego pensaba ¿y si me vienen cosas buenas en vida?", relató Natalia.

Sin ser esto suficiente, el hombre pronto comenzó a amenazarla con quitarle a su niña, la cual forma parte de las estadísticas que dicen que el 64% de los menores con madres víctimas de violencia doméstica, son testigos de maltratos antes de los 24 meses de días.

RECUPERANDO SU VIDA

Finalmente Natalia reunió fuerzas y denunció a su pareja ante el juzgado penal de Zaragoza, donde lo condenaron a 56 días de trabajos comunitarios y le limitaron a no comunicarse y a mantenerse a no más de 200 metros de Natalia durante dos años.

Siguiendo su instinto materno Natalia hizo lo necesario para que su hija pudiera tener un hogar sano y sin conflictos violentos, sin embargo, el juzgado ordenó que la niña siguiera viendo a su padre con supervisión de un juez.

Luego de haber puesto las cosas en su lugar, Natalia ha vuelto a ser la mujer vivaz, dulce e independiente que siempre fue. Su historia debe servir de ejemplo para aquellas que siguen siendo víctimas de sus miedos y de sus parejas iracundas.

Esto nos hizo recordar el desafortunado caso de Margarita Gracheva de 26 años, a quien su marido lleno de inseguridad le cortó las manos con un hacha en busque ruso.