Las enfermedades más comunes entre mujeres y sus primeros síntomas que no debes ignorar
Las principales causas de muerte en las mujeres son las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la depresión, la ansiedad, las enfermedades de trasmisión sexual y la osteoporosis, también tienen gran impacto.
Asimismo, el cáncer de mama es el tipo más mortífero entre mujeres de 20 a 59 años en todas las partes del mundo. Por eso es importante informarse sobre cada enfermedad, conocer los cuidados y prevención a fin de mantener un cuerpo saludable.
También, la realización adecuada de controles y pruebas de detección permite encontrar enfermedades antes que haya síntomas, lo que brinda mejores oportunidades de recuperación en diversas patologías.
Mujer con ropa de ejercicio | Foto: Shutterstock
"Las mujeres suelen consultar menos que los hombres por síntomas de infarto, pero esto no significa que padezcan menos eventos. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son laprimera causa de muerte femenina en el mundo, y también en la Argentina”, explicó María Valeria El Haj, directora médica de Vittal.
Y continuó: “En nuestro país, una de cada tres mujeres muere por causa cardiovascular, lo que representa que muere una mujer cada 11 minutos. A pesar de que el infarto de miocardio es la mayor amenaza para una mujer argentina, muchas de ellas aún le temen más al cáncer de mama que al corazón"
CÁNCER CERVICAL
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de cuello uterino o cáncer cervical es el cuarto tipo más frecuente en la mujer. Se estima que unas 530.000 mujeres padecen esta enfermedad y 270.000 mueren a causa de ella cada año. El 85% de esos casos ocurren en las regiones menos desarrolladas del mundo.
Es un tipo de cáncer causado por algunos tipos de VPH, virus que puede ser contraído tanto por mujeres como varones. En el caso de las mujeres, se trata de una infección que afecta a entre el 50 y el 80%.
A veces, el virus desaparece solo sin dañar la salud de la persona, pero si la infección persiste puede producir lesiones en su cuello uterino que con los años podrían derivar en cáncer.
Dado que pueden pasar hasta 10 años antes de que las lesiones pre-cancerosas se conviertan efectivamente en cáncer, con los controles adecuados se puede prevenir.
A partir de los 21 años, las mujeres deberían efectuarse el examen de Papanicolaou, también conocido como PAP, un método sencillo de tamizaje que detecta anormalidades celulares en el cuello del útero, no produce dolor y dura sólo unos minutos. Está comprobado que puede reducir en un 80% la incidencia y mortalidad por esta enfermedad.
Mujer haciendo ejercicio | Foto: Shutterstock
CÁNCER DE MAMA
Es un tipo de cáncer que afecta principalmente a mujeres de entre 45 y 70 años de edad, es el tumor más frecuente en la mujer. En Argentina puntualmente se detectan entre 15 mil y 20 mil nuevos casos por año.
Calculan que una de cada 8 mujeres que hayan alcanzado la edad de 80 años habrá desarrollado la enfermedad en algún momento de su vida y, al no contar con vacunas que permitan evitar la patología (prevención primaria), la detección precoz es el método preventivo más eficaz para combatirla (prevención secundaria).
Al ser detectado a tiempo, el cáncer de mama presenta un elevado nivel de curación. Además, se puede prevenir y/o detectar a tiempo con controles anuales de mamografías, a partir de los 40 años o cuando el ginecólogo lo indique, que deben ser complementarios al autoexamen mensual.
"Los antecedentes familiares de cáncer de mama multiplican el riesgo por dos o tres. Algunas mutaciones, sobre todo en los genes BRCA1, BRCA2 y p53, se asocian a un riesgo muy elevado de ese tipo de cáncer. Sin embargo, esas mutaciones son raras y explican solo una pequeña parte de la carga total de cáncer mamario", explicó El Haj.
De igual manera, aseguró: "Los factores reproductivos asociados a una exposición prolongada a estrógenos endógenos, como una menarquia precoz, una menopausia tardía y una edad madura de un primer parto figuran entre los factores de riesgo más importantes del cáncer de mama".
Las hormonas exógenas también conllevan un mayor riesgo de cáncer de mama, por lo que las usuarias de anticonceptivos orales y de tratamientos de sustitución hormonal tienen más riesgo que las mujeres que no los usan. Mientras que, la lactancia materna tiene un efecto protector.
Mujer realizando chequeo de despiste de cáncer de mama | Foto: Shutterstock
DEPRESIÓN Y ANSIEDAD
La consulta oportuna sirve para identificar el problema y, de ser necesario, prescribir el tratamiento en cuanto a la tristeza, desanimo o ansiedad.
Maximiliano Martínez Donaire, psicoanalista y exsecretario científico del Claustro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, dijo que hablar depresión o ansiedad es hablar de vivencias o estados afectivos. que en principio son comunes en todos los seres humanos.
"Estos, de alguna manera, forman parte del abanico de sensaciones y vivencias que toda persona experimenta a lo largo de su vida", dijo.
DIABETES
Es una enfermedad donde el cuerpo no logra reducir los valores de "azúcar" (glucosa) en sangre. Ya sea por ausencia de una hormona, la insulina, (diabetes tipo I) o bien por defectos en el funcionamiento de la misma (diabetes tipo II).
La problemática es considerada una epidemia a nivel mundial, con más de 350 millones de casos, y se estima que superaría los 500 millones para el año 2030, con consecuencias negativas para la salud pública y la economía. Se calcula que la mitad de los pacientes no tienen diagnosticada la enfermedad.
Se trata de una patología que suele ser más habitual en mujeres, que puede causar problemas en el corazón, el cerebro, los ojos, los pies, los riñones, los nervios y otras partes del cuerpo.
INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
No suele dar síntomas y provoca lesiones que pueden causar diversos tipos de cáncer. Las infecciones de transmisión sexual pueden dificultar el embarazo, afectar a un futuro bebé, entre otros problemas. Es por ello que se recomienda a las mujeres sexualmente activas que se efectúen con periodicidad pruebas de detección de clamidia, gonorrea, HIV, etc.
Mujer en consulta médica | Foto: Shutterstock
OSTEOPOROSIS
Es el tipo más común de enfermedad ósea. Después de los 50 años aumentan las probabilidades de fractura de cadera, muñeca o de vértebras en las mujeres.
No obstante, la nutrición es una de las vías más eficaces de impedir su avance, a partir de la ingesta de alimentos ricos en calcio, como la leche y sus derivados.
También, evitar el consumo excesivo de tabaco o alcohol y hacer ejercicio físico es muy importante, al igual que practicarse una Densitometría anual a partir de los 64 años y, por último, tomar sol en horas en que no haya riesgo de exposición a rayos ultravioletas, ya que esto mejora los niveles de vitamina D.
ENFERMEDADES CEREBRO VASCULARES
El colesterol elevado, la hipertensión arterial, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad son factores que tanto hombres y mujeres, aumentan los riesgos. Pero, otras condiciones como las hormonas, el embarazo, la salud reproductiva o el parto constituyen elementos propios de la mujer. En la Argentina, hay aproximadamente 80 mil casos de ACV por año, siendo las mujeres quienes más lo padecen.
La obesidad y la diabetes tipo 2 son grandes factores de riesgo de infarto en las mujeres. La hipertensión se asocia más con infarto agudo de miocardio en las mujeres que en los hombres.
Las hipertensas que tienen trabajos físicos demandantes, en los que están mucho tiempo de pie o llevando cargas pesadas, tienen 3 veces más riesgo de enfermedad coronaria que las que tienen la presión normal y trabajos con exigencias físicas moderadas.
SOBREPESO Y OBESIDAD
Pueden ocasionar diabetes y enfermedades cardiovasculares. La mejor forma de identificarlas es conocer el índice de masa corporal (IMC). Para calcularlo, se debe dividir el peso por la altura al cuadrado.
Un IMC entre 18.5 y 25 indica un peso normal, mientras que las personas con un IMC de 30 o más pueden estar obesas, lo cual demandaría un seguimiento inmediato con un nutricionista.
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