Mujer está buscando un nuevo esposo después de tres matrimonios fallidos

La mujer decide publicar un anuncio en el periódico para encontrar al esposo de sus sueños, después de repetidos fracasos matrimoniales.

Una mujer cansada de sufrir constantemente por los diferentes esposos que tuvo, llegó a la conclusión de que ya había tenido suficiente y decidió publicar un anuncio en el periódico para encontrar al esposo perfecto, pero nunca imaginó quién llamaría a su puerta.

La mujer frustrada había sufrido abusos por parte de su primer marido, quien la maltrató y la golpeó, por lo que lo abandonó y, después de un tiempo, conoció a otro hombre del que se enamoró.

Se volvió a casar llena de esperanza, pero esta vez, su marido la abandonó y la dejó sola cuando menos lo esperaba. Devastada de nuevo por otra relación fallida, la mujer siguió buscando un compañero con quien formar un hogar.

Finalmente, conoció a otro hombre que estaba completamente enamorado de ella y que no parecía ser del tipo que la abusaría o abandonaría. Sin embargo, esta relación tampoco funcionó porque el marido no era un buen amante y no podía satisfacerla.

Una vez más divorciada y sola, la mujer ya no quería correr ningún riesgo y decidió poner un anuncio en el periódico con las características más importantes que busca en una relación: una persona que no la golpeara, que no la abandonara y que pudiera desempeñarse bien en la cama.

El día después de publicar el anuncio, la mujer se sorprendió al escuchar que tocaban el timbre y salió a ver al candidato. Cuando abrió la puerta, la mujer vio que la persona que estaba frente a ella era un hombre en silla de ruedas a la que le faltaban las cuatro extremidades.

Ella le preguntó si él estaba allí debido al anuncio del periódico y él respondió que sí. Luego la mujer le preguntó si había leído las especificaciones que ella colocó y él respondió que sí. Entonces ella le dijo: "Pero no tienes brazos ni piernas".

El hombre respondió con calma: "Por esa razón, no podría golpearte o huir y abandonarte". A la mujer le gustó la respuesta, pero había otra cosa que también le preocupaba: "¿Eres bueno en la cama?".

El hombre esta vez sonrió con calma y respondió: "Incluso si no tengo brazos y piernas, todavía podría tocar el timbre, ¿no es así?".

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