Benjamín, un niño de 7 años con cáncer, pide ayuda para salir de su casa sin ascensor
A Benjamín le cambió la vida luego que los médicos descubrieron que tenía un tumor en su cabeza que ocasionó su deterioro en la movilidad.
Para asistir a la escuela, Benjamín tiene que ser bajado por las escaleras por los bomberos de Málaga gustosamente. Las personas responden positivamente a las necesidades del chiquillo.
Igualmente, los dueños de un gimnasio se han unido al equipo para bajar al pequeño en su silla de ruedas, ya que por sí mismo no lo puede lograr.
SITUACIÓN DIFÍCIL
Ya son dos semanas en las que los bomberos y los miembros del gimnasio bajan a pulso al niño cada día,debido a que vive en una cuarta planta de una vivienda que no cuenta con ascensor..
Sumado a esto, la dificultad de tener la mitad de su cuerpo paralizada le hace imposible desplazarse por sus propios medios, o al menos poder manejar su silla de ruedas sin la ayuda de alguien más.
SIN APOYO
La madre del pequeño explicó que ha acudido a diferentes organizaciones y visitado a las autoridades con el fín de recibir ayuda, sin embargo, la situación no ha sido tomado en cuenta y está totalmente sin apoyo.
Comenta que los médicos ya le han permitido al niño poder asistir al colegio, y por eso el niño ha podido encontrarse nuevamente en un ambiente escolar que le hace bastante bien para su recuperación.
Chico en silla de ruedas | Imagen tomada de: Pixabay
Además, los bomberos y los dueños del gimnasio se han convertido en unos buenos amigos, quienes además de preocuparse por el bienestar de ambos, les ayudan cada día a hacer más digerible esta situación.
Cuando el niño quiere divertirse y salir de casa, son ellos quienes con el corazón lo ayudan a ir, sin esperar a cambio nada más que una sonrisa por parte de Benjamín.
Chico en silla de ruedas | Imagen tomada de: Pixabay
EXIGENCIAS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE BENJAMÍN
Exige a las autoridades recibir ayuda con un nuevo hogar en el cual el pequeño y ella no dependan de alguien más para poder realizar sus actividades cotidianas. Una situación bastante penosa es la de otro chico con cáncer, quien al recibir tratamientos para su enfermedad tuvo que ser trasladado a una nueva escuela.
En este siglo de constante evolución y avances tecnológicos suena increíble que alguien pudiera pensar que el cáncer es una enfermedad contagiosa, sin embargo, el profesor de este joven de 13 años, así lo cree.
Todo esto porque ha obligado a el chico a sentarse alejado de sus demás compañeros, evitando que éste pueda relacionarse con ellos y crear algún vínculo afectivo.