Las alucinaciones psicóticas de la madre de Godella: 'Habla de ser Eva, María Magdalena'

La madre de los niños de Godella ha dado muestras de su desequilibrado estado mental.

María Gombau, madre de Amiel e Ixchel, ha sido sometida a pruebas psiquiátricas después del asesinato de sus hijos, las cuales han determinado que la presunta autora del crimen sufrió un brote psicótico al momento del homicidio.

En los análisis sobre su condición mental, María confiesa que Dios le dio poderes. Habla de ser Eva, María Magdalena. Relata la separación del alma del cuerpo físico y cómo el alma de sus hijos se marchó hace tiempo.

Incluso dice que existe un Anti-Dios de quien también recibe mensajes, aunque sin claridad tan definida.

RESPONSABILIDAD PENAL

Al parecer, si en el juicio se determina que María Gombau está desequilibrada mentalmente y que sí sufrió un brote psicótico al momento del asesinato, quedará exenta del crimen y no cumplirá condena en una cárcel.

“Se le aplicaría una exención de responsabilidad penal por alteración psíquica”, indicó Juan Carlos Carbonell, catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Valencia.

Sin embargo, eso no significa que quedaría libre, sino que se indicaría el internamiento de la persona en un centro psiquiátrico.

La duración de tal reclusión, que tiene fines terapéuticos, debe ser como máximo equivalente a la que habría conllevado la pena de haber sido considerada responsable penalmente. En el caso de asesinato, el límite son 20 años.

SU CONFESIÓN

Cabe recordar que fue la misma madre quien llevó a las autoridades al sitio donde estaban los cuerpos sin vida de los dos niños, en un terreno cercano a la casa.

Para los investigadores eso significa que como mínimo la mujer participó en los hechos, algo que ella misma ratificó, declarándose la autora del crimen al decir que había matado a sus hijos porque se lo había “pedido Dios”.

Pero a pesar de la confesión de la mujer, el sumario de la investigación que desarrolla el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Paterna aún no ha llegado a una conclusión rotunda.

Todo se debe a que lo dicho por la madre sobre cómo mató a sus hijos, no coincide con la evidencia física en los cuerpos.

Ella dijo que los había asfixiado con una almohada y en el agua y que después recuerda haberlos apedreados, pero los resultados de la autopsia reflejan que murieron a golpes.

Pero a pesar de todo lo contado a la Guardia Civil, una vez encarcelada de manera preventiva y fuertemente medicada, dijo que no recuerda nada de lo ocurrido.

SU CONDICIÓN

En la primera evaluación médica, luego de su detención, los médicos determinaron que tenía una alta productividad psicótica y varios delirios.

Gombau dijo que existe una secta de pederastas que la perseguía a ella y a sus hijos, pero también afirmó que las “voces de Dios” le transmitieron que debía matar a los niños “para salvar sus almas y salvarse ella misma”.

“En el momento de la exploración, la informada presenta una grave descomposición mental de tipo psicótico, que precisa de un ingreso psiquiátrico para su evaluación, diagnóstico y tratamiento. Su inteligencia y voluntad se encuentran afectadas”, establece el informe psiquiátrico.

ASALTO A LA CASA DE GODELLA

Por otra parte, después del asesinato y posterior detención de ambos padres, la casa de Godella en la que María Gombau y su pareja, Gabriel Carvajal, vivían como okupas y en la que supuestamente se cometieron los crímenes, ha sido asaltada al menos en dos ocasiones.

A pesar de que La Guardia Civil precintó la casa, parece que algunos vándalos han entrado a robar. El primer asalto fue detectado por un vecino y después de eso, fueron identificados seis chavales de un colegio privado cercano a la casa.

Tres días después, el 16 de marzo, una patrulla de la policía local observó que la puerta principal de la vivienda se hallaba "abierta de par en par" y que la ventana del baño estaba rota.

Debido a eso, la familia pidió entrar a la vivienda para sacar algunos objetos de valor y el magistrado aceptó la petición. Conoce más detalles del caso aquí.