Detalles de la noche del parricidio de Godella, cuando María mató a sus hijos
Recientemente trascendieron detalles de la fatídica noche en que María Gombau asesinó a sus dos hijos, Amiel e Ichel. Una entrevista a Gabriel, el padre de los niños, arrojó luz sobre los sucesos.
España y el mundo se paralizaron el 14 de marzo cuando la Guardia Civil encontró los cadáveres de dos niños pequeños enterrados en fosas distintas cerca de la casa de sus padres, en Godella, Valencia.
¿La responsable? Su progenitora con problemas psicológicos que confesó haberles quitado la vida por “orden de Dios”.
Gombau y Gabriel Carvajal ahora están en prisión provisional, pero el hombre no puede esperar a que las investigaciones concluyan para salir de ahí, pues mantiene que no tuvo nada que ver en la muerte de sus hijos, de quienes se confirmó que murieron a causa de traumatismos por fuertes golpes en sus cabezas.
Pese a que él mantiene su inocencia, hay dos incógnitas que todavía lo mantienen encerrado: ¿Por qué no se despertó mientras María cometía los crímenes? y ¿por qué no pidió ayuda mucho antes de que todo se saliera de control con ella, sabiendo que algo malo había pasado?
De acuerdo a la narración de los hechos que Gabriel les hizo a los investigadores, la noche de los crímenes arrancó con normalidad.
La familia tomó la cena y se recostaron hasta quedarse dormidos, pero el persistente llanto del bebé despertó a la pareja. María tomó al niño y le dio pecho en el sofá.
En ese momento, Gabriel aprovechó para llevar a su hijo mayor a la cama y se acostó con él.
"No sé qué hora era, pero a lo largo de la noche me desperté durante unos segundos y comprobé que María y el bebé se habían unido a nosotros y estaban tumbados en la cama."
La próxima vez que Gabriel se despertó fue porque María quería tener relaciones sexuales. Los niños ya no estaban en la habitación.
"La noté (a María) muy rara. Tenía la piel fría. Entonces me di cuenta de que los niños habían desaparecido. Le pregunté a María: '¿Dónde están Ichel y Amiel?'”, relató el hombre.
“No te preocupes. Ellos están bien. Ahora acompañan a Dios y están en paz. Hazme ya el amor”, respondió María.
Gabriel, con insistencia, preguntó en varias oportunidades donde estaban los niños.
"Los he dejado en el cementerio de Godella", finalmente respondió la chica, llenando de ansiedad a su pareja, quien pidió que lo llevara a ellos.
Entonces, llegaron al cementerio, lugar donde Gabriel no encontró a sus hijos.
"Supe que me estaba mintiendo y decidí volver a casa con la idea de pedir ayuda."
De regreso y antes de llegar a la vivienda, María echó a correr y se encerró en una habitación.
“Aproveché para buscar a los niños. Miré dentro del pozo y en la piscina, pero allí no los encontré. Vi algo de sangre en el borde y quise llamar por teléfono, pero no encontré ninguno de los teléfonos", recordó Gabriel.
El hombre imploró a María que le dijera donde estaban los niños, pero no obtuvo respuesta. Tiempo después, la mujer abrió la puerta y se escapó de la vivienda.
"Yo estaba muy alterado. La perseguí y al principio del camino la plaqué. Los dos caímos al suelo. La agarré con fuerza y la llevé hasta la casa, pero María estaba endemoniada y tenía una fuerza descomunal. Nos peleamos. Yo quería que se desmayase y le di varios golpes", reveló el hombre, cuya idea era poder ejercer control sobre María, fuera de sí.
María logró escaparse y fue entonces cuando los vecinos la vieron corriendo desnuda, diciendo que Gabriel le había pegado y quería matarla.
Transcurrieron pocos minutos y Gabriel finalmente consiguió un teléfono para llamar a la madre de María y pedir ayuda.
Pero, ¿por qué él no se despertó durante los crímenes? y ¿por qué no intentó llamar antes a pedir ayuda? El juez deberá preguntarle cuando finalmente Gabriel declare ante su presencia.