Niño gravemente enfermo acompaña a su mamá al altar para casarse con su padre
Cuando su hijo nació con un defecto cardíaco potencialmente fatal, Maxine Connolly decidió poner en pausa sus planes de contraer matrimonio con el padre del niño.
La madre de cuatro temía que Jack, su hijo de 8 años, no llegase a ver a sus padres llegar al altar. Pero el pequeño desafió todo pronóstico, acompañando a su madre al altar el 30 de junio.
Maxine, de 30 años, y Michael, oriundos de Escocia, llevan juntos más de 13 años, y son padres además de Lucy, de 9 años, Sophie, de 4, y Ellie, de 2. Maxine, quien nació en Bathgate (West Lothian), dijo que "cuando él entró a la alcoba, lo primero que dijo es 'mami, te ves tan bella'".
"Cuando dijo eso yo tenía un nudo en la garganta, hice lo mejor que pude por no llorar pero mis ojos estaban colmados. Fue muy difícil, él estaba tan adorable con su falda escocesa. Se veía tan maduro."
Maxine explica que el pequeño "me ayudaba a caminar sosteniedo mi vestido. Le decíamos una y otra vez que era un muy buen chico. Lo hizo sentir increíble, porque le encanta que lo elogien".
Jack fue diagnosticado de un defecto de válvula cardíacada, atresia tricúspida, cuando aún estaba en el vientre. En la ceremonia, llevaba una falda escocesa que combinaba con la de su padre.
"Fue un momento que honestamente pensé que nunca tendría", dijo Maxine.
El pobre pequeño ya ha sido sometido a tres cirugías a corazón abierto, la primera teniendo apenas cinco días de vida. Algún día, tendrá que recibir un trasplante. Normalmente usa silla de ruedas, pero en la boda se mantuvo en pie, e incluso bailó canciones de Robbie Williams con su mamá.
Maxine contó que "todos comenzaron a llorar. Yo realmente tenía ganas de llorar, fue un momento que honestamente pensé que no tendría. Estoy tan orgullosa de él".
Maxine renunció a su trabajo como enfermera odontológica el año pasado para cuidar de Jack, implicando que la pareja no podría costear la ceremonia. Pero entonces, ganaron una boda de 15.000 libras (unos 19.000 dólares) en un concurso.
"Su condición afecta su vida cotidiana. Tuve que renunciar a mi trabajo el año pasado porque constantemente debía tomar días libres para cuidar de Jack cuando se ponía mal."
"Ha tenido tres cirugías a corazón abierto. Su primera fue con cinco días de edad, y esa duró 16 horas", cuenta Maxine. "La última que tuvo fue a principios de julio del 2015. Lo están diagnosticando ahora por autismo."
Las bodas son sinónimo de muchas emociones y sentimientos; tienen que ver sobre todo con la alegría de sellar el amor de pareja ante Dios y los seres queridos. Es un gran evento en que los involucrados celebran su unión y que se convierte en un día inolvidable.
Muchas mujeres sueñan con su gran día, pero a veces no ocurre como siempre lo imaginaron. Tal es el caso de esta familia que celebraba el matrimonio de su hija, mientras su padre luchaba contra el cáncer.