Cayetano Martínez de Irujo: tensa relación con su madre, adicción a la cocaína y Cienciología

Aterradores y descalabrados detalles sobre su vida fueron revelados por su hacedor, en el texto que plasma las memorias del IV duque de Arjona y XVI conde de Salvatierra.

“De Cayatana a Cayetano” es el libro de Cayetano Martínez de Irujo en el que contó sus más temidos secretos de vida y sus problemas y traumas que le dejaron un amargo sabor desde su infancia.

Dentro de sus páginas, el texto reveló a los lectores, la vida tensa que el aristocrático tuvo con su madre, su adicción a las drogas y su intervención por la Cienciología.

INFANCIA ATERRADORA

El menor de los varones de la duquesa de Alba, contó que, tras los muros del palacio de Liria, vivía un niño perdido y desubicado, que creció con un trauma que lo ha acompañado toda su vida.

Cayetano, quien expresó que ha llorado mucho escribiendo este libro y se sacó todo lo que lleva dentro, confesó que hasta hace unos años atrás no entendía a su madre.

“Cuando por fin hablamos de muchas cosas, la entendí; porque, si no, no la hubiera perdonado nunca. Hasta los veintitantos años, si se hubiera muerto mi madre, no me habría importado porque no sentía ni para bien ni para mal de tanto dolor como yo tenía dentro.”

Debido a la falta de cercanía, el encuentro entre madre e hijo tardó 30 años. “Le tenía miedo, a ella y a las nannies”.

Sobre esto comentó que dentro del palacio, “yo me sentía como Oliver Twist. Iba a pedir comida o una explicación y lo único que recibía eran golpes”.

Sus cuidadoras lo maltrataban por revelarse ante lo que consideraba injusto; “en ocasiones, hasta que perdía el sentido (…) Yo he luchado por superar todo aquello”.

Para Cayetano, su infancia es la etapa más triste y traumática de su vida. Su niñez quedó marcada por tener una madre fría y distante. “He luchado mucho por ser yo y por curarme el dolor emocional tan brutal que tenía”.

PERTURBADO POR LA COCA

Teniendo una juventud salvaje, entre las líneas de su libro, Cayetano también indicó que cuando estaba entre los 18 y los 23 años de edad, se dejó seducir por las drogas.

“Me perturbó por completo la coca. Conocí a una modelo española que me acercó un poquito más al lado oscuro”, comentó por primera vez acerca de su adicción.

El hijo de la duquesa de Alba precisó que anteriormente había hablado sobre esa etapa de su vida, pero no tan claramente.

“Yo era el niño bonito de Madrid, que entonces era la ciudad más divertida del mundo, y mi compañero y gran amigo era Pocholo Martínez-Bordiú. Fueron cinco años de vorágine. No podía despertar cada día en un sitio de Madrid sin saber siquiera dónde me encontraba. No podía entrenar con tal desenfreno.”

Además de las drogas, Martínez de Irujo precisó que también se convirtió en un hombre adicto al sexo. La promiscuidad se convirtió en su válvula de escape.

“Vivía con una obsesión: seducir a mujeres de todas las nacionalidades. Ninguna se resistía.”

Esa obsesión por seducir mujeres le llevó a dos embarazos no deseados, dos de ellos con una chica alemana y una francesa. "Yo era muy inconsciente y muy salvaje. Es evidente que vivía una vida descabalada". Pero Cayetano no quería ser padre: "Los resolví". Es decir, aquellos embarazos nunca llegaron a término.

Pero a pesar de todo lo que lo envolvió, Cayetano señaló que su golpe de suerte llegó con la peste equina.

“A los 23 años tuve la suerte de irme de España por la peste equina y eso me salvó.”

LA CIENCIOLOGÍA, SU MEJOR TERAPIA

Muchísima terapia de sanación ha probado Cayetano para dejar atrás aquel oscuro pasado que le enturbió su existencia, pero en 1999 se sometió a técnicas de audición en la cienciología, donde a su juicio, encontró la cura.

“Conocí a un tunecino cienciólogo en el gimnasio que me convenció para que hiciera la purificación y las audiciones. Estuve dos semanas metido seis horas diarias en la sauna, tomando potasio y magnesio en pastillas. Después estuve auditándome durante dos años enteros. Yo probaba todo lo que podía ayudarme y la cienciología es un método más.”

Cayetano no fue advertido del peligro donde estaba metido, y salirse de ese movimiento al que muchos llaman “religión”, le costó una cifra millonaria.

“Me costó salir, es verdad. Cuando se abrió el centro de cienciología en Madrid, fui a la inauguración y escribí en el libro de firmas: ‘Muchas gracias por la ayuda que he recibido de vosotros, para mí ha sido muy válida’. Me miraron sin entender que fuera a dejarlo, me dijeron que yo ya era cienciólogo y que no podía irme así.”

Pese a la negativa de los cienciólogos, Cayetano les dejé muy claro que, después de dos años que se iba. “Yo soy muy valiente y, cuando digo que corto, corto. Aquello me costó dos millones de pesetas”.

A PUNTO DE VER LUZ

“De Cayetana a Cayetano” está a punto de ver luz. Será lanzado en los próximos días. El hijo menor de la fallecida duquesa de Alba reflejó en 300 páginas del libro los episodios más perturbadores que se enroscaron en su vida.

“Soy Cayetano Martínez de Irujo Fitz-James Stuart, IV duque de Arjona y XVI conde de Salvatierra, el quinto hijo de los duques de Alba”. Así de solemne se presenta Cayetano al lector en las primeras páginas de la que es, sin duda, su biografía más íntima.

Cayetano es el quinto de los seis hijos de la duquesa de Alba y Luis Martínez de Irujo, quien murió de leucemia en un hospital de Houston cuando él tenía 9 años.

El aristocrático, quien escribió dicho libro con la ayuda de una periodista de la que se desconoce su nombre, durante tres años, asegura que “ahora empiezo a estar feliz", al tiempo que destacó que entre todo lo malo, lo único bueno fue que “nunca abandoné mi responsabilidad diaria, aunque acudiera sin dormir. Esa fue mi única y gran virtud”.

“A mí me salvaron el deporte y mi fuerza de voluntad para seguir levantándome cada día. También la peste equina, que me obligó a salir de España.”

El pasado mes de julio también confesó haber acudido a terapia para superar la muerte de su padre. Conoce más detalles aquí.