Chiste del día: Un joven sufre la misma pesadilla todas las noches y pide ayuda al psiquiatra

Las pesadillas no siempre son para llorar de miedo. De hecho, aquí hay una broma sobre el tema que te hará reír a carcajadas.

Un joven decidió consultar a un psiquiatra debido a sus pesadillas recurrentes, aunque en realidad buscaba una solución un poco confusa para el doctor.

"Doc", dijo el joven tendido en el sofá, "¡tienes que ayudarme! Todas las noches tengo el mismo sueño horrible. Estoy acostado en la cama cuando de repente cinco mujeres se apresuran y comienzan a arrancarme la ropa".

SOLUCIÓN POCO CONVENCIONAL

El psiquiatra asintió y luego preguntó: "¿Y qué haces?"

"¡Las empujo lejos!"

"Ya veo. ¿Y qué puedo hacer para ayudarte con esto?"

El paciente imploró: "Por favor... ¡Rómpeme los brazos!"

¡Divertidísimo! Aquí hay otro chiste relacionado con sueños terribles.

OTRO HOMBRE CON PESADILLAS

Un hombre entró en la clínica de un psiquiatra quejándose de tener malos sueños todas las noches.

El psiquiatra le preguntó: "¿De qué se tratan estas pesadillas?"

"Bueno", dice el hombre, "Estoy parado frente a una puerta con un letrero, sigo empujando y empujando, ¡pero la puerta simplemente no se abre!"

"Interesante. ¿Y qué dice el letrero?

"¡Halar!"

UNA ABUELA EN APUROS MARITALES

¿Has reído a carcajadas? Aquí hay un chiste extra, esta vez sobre una anciana que fue al médico con un problema interesante.

Después de su chequeo regular, en el que todo salió bien, la mujer llevó al médico a un lado y dijo: "Doctor, no he tenido relaciones sexuales durante años y me preguntaba cómo puedo aumentar el deseo sexual de mi marido".

Sonriendo, el doctor dijo: "¿Has tratado de darle Viagra?"

"Doctor, ni siquiera puedo lograr que tome aspirina cuando le duele la cabeza", respondió ella, frunciendo el ceño.

“Bueno”, continuó el doctor, “Déjame sugerirte algo. Aplasta el Viagra en polvo. Cuando le estés dando café, mézclalo con este y sírvelo. No se dará cuenta de nada".

Encantada, la anciana salió del consultorio del médico rápidamente, lista para seguir sus consejos. Semanas después, ella regresó con una cara decepcionada.

El doctor le preguntó cuál era el problema. Ella simplemente sacudió su cabeza hacia él.

"¿Cómo te fue?", Preguntó.

"Terrible, doctor, terrible", respondió ella.

"¿No funcionó?", Preguntó, preocupado de haberle dado el consejo equivocado.

"Oh sí", dijo la anciana, "Funcionó. Hice lo que me dijiste y él se levantó y se quitó la ropa en ese momento e hicimos el amor como locos en la mesa. Fue el mejor sexo que tuve en 25 años".

Confundido, el médico tuvo que preguntar más. "Entonces, ¿cuál es el problema, señora?"

"Bueno", dijo ella. "No puedo volver a mostrar mi cara en McDonald's".

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