Que fue de Verónica Miriel, la 'Ornella Muti española' olvidada injustamente

El hermoso rostro de Verónica Miriel era muy conocido a finales de la década de los 70, en la cual participó en películas de terror y de corte erótico.

Verónica Miriel era una belleza de pies a cabeza, lo cual, si analizamos los proyectos cinematográficos en los que participó, podríamos inferir que le jugó en contra, por cuanto su atractivo era explotado en escenas de desnudos, a veces, sin justificación en la trama.

SUS INICIOS

Nacida en Madrid, en el año 1955, empezó a incursionar en algunos anuncios comerciales en la televisión, donde aparecía su imagen bajo el eslogan “La pequeña tentación”, mientras una voz de fondo hablaba de un chocolate.

Su debut formal en cine fue en 1974 en un papel secundario en la película “Chicas de alquiler”, lo cual marcó la tendencia de los personajes que siguió representando, a medida el llamado “destape” se consolidaba.

Su apariencia juvenil e inocente, además de su escultural figura, la llevaría a que fuese encasillada en papeles de chica ingenua que es seducida posteriormente.

CARRERA CINEMATOGRÁFICA

La actriz llegó a filmar un total de 42 películas, la mayoría comerciales y de bajo presupuesto y dudosa calidad. Entre ellas podemos mencionar "El jovencito Drácula" (1976), "Tengamos la guerra en paz" (1977), "La nueva Marylin" (1976) y "Deseo Carnal" (1978), "Siete chicas peligrosas" (1979), "Las alegres chicas del Molino" (1977), "La dudosa virilidad de Cristóbal" (1977), y "Perros callejeros II" (1979).

También tuvo participación en algunas producciones latinoamericanas como "Juventud sin freno" (1978), y en Italia actuó en "Doctor, ¿estoy buena?" (1980).

Durante su estancia en Italia, llegó a hacer declaraciones a la revista “Pronto”, donde afirmaba ser mejor que Ornella Muti, la espectacular actriz italiana.

Su última película, Dinero Negro, se filmó en 1983, desapareciendo totalmente del medio artístico.

VERÓNICA HOY EN DÍA

Luego de su último trabajo, se dice que Miriel decidió irse a vivir a Perú, dedicándose a cultivar su espiritualidad en una comunidad india y a pintar sobre los paisajes que la rodeaban, así como las personas.

Años después, regresó a España, específicamente a Estepona, donde además de continuar con su nueva faceta artística como pintora, trabajó como gerente en un restaurant.

Poco se sabe de su vida sentimental de todos estos años, pero actualmente, según reportan diversos medios, tiene una pareja llamada Luis, con quien lleva una vida feliz.