Eugenia Debayle habla sobre los cuatro minutos que estuvo sin vida y los 20 días en coma
Su último libro se titula Mi día negro, y cuenta cómo fue su experiencia cuándo su corazón se detuvo por más de 40 minutos, y cómo siguió con su vida.
Como parte de la promoción de su nuevo libro, la escritora Eugenia Debayle aceptó la invitación del programa “Netas Divinas”, donde conversó en confianza con las presentadoras sobre lo que fue su experiencia con la muerte.
“Estuve 43 minutos, estuve en un paro cardíaco que iba y venía, cuatro minutos que dicen estuve 'out' (sin vida) y luego estuve 20 días en coma”, contó Eugenia.
Según cuenta la hermana de Martha Debayle, acudió al hospital para hacerse un procedimiento de rutina, y le fue suministrada una mezcla de medicamentos que causaron una reacción inesperada en su organismo, cuya consecuencia inmediata fue un paro cardiaco.
La falla cardiaca se mantuvo a los largo de 43 minutos, con altibajos, llegando a estar durante 4 minutos sin ninguna respuesta. Finalmente lograron estabilizarla, sin embargo hubo que inducirle un coma debido a que todos sus órganos dejaron de funcionar.
Durante el lapso de 20 días estuvo conectada a muchos equipos que reemplazaban el trabajo de sus propios órganos, logrando así mantenerla con vida mientras su organismo recuperaba sus funciones.
“Fíjate que perdí todas las facultades físicas: no podía caminar, tuve que aprender a caminar; el acto de deglución, ¿o sea? tragar lo tuve que aprender otra vez”, explicó Debayle, sobre cómo estaba al salir del coma.
Afortunadamente, su esposo se portó a la altura de las circunstancias, y se encargó totalmente de ella, mientras a través de voluntad y rehabilitación, lograba poco a poco retomar su vida y reaprender las habilidades perdidas.
También habló sobre lo que fue su experiencia en el más allá, donde estuvo en los minutos en que estuvo sin vida, y si bien no experimentó lo que cuentan otras personas, sí tiene un mensaje alentador.
“Te digo que yo no vi nada, pero sí regresé con un… fue muy sensorial. Y te puedo decir que es otro lugar, es un buen lugar para estar”, dijo la escritora.
Lo que en definitiva afirma es que para ella es un milagro el que haya logrado recuperar el habla, la movilidad, sus facultades, luego de que su cerebro estuvo sin oxígeno por tanto tiempo. Y contar su historia le ha ayudado mucho a retomar el camino en su vida.