La vida personal de Raúl De Molina: periodista, arriesgado, amoroso esposo y padre
El popular Gordo del programa “El gordo y la flaca” ha tenido una vida plena tanto en el aspecto personal y familiar como en lo profesional, donde ha compartido con innumerables estrellas.
Resulta difícil resumir en unas pocas líneas la vida del presentador cubano Raúl de Molina, quien ha vivido una hermosa historia de amor de más de 25 años, tiene una hermosa hija que cambió su vida, una exitosa carrera como periodista de más de 20 años, y es un sobreviviente del cáncer.
RAÚL Y MILLIE
Esta amorosa pareja se conoció por una amiga en común con la que salían con frecuencia en bote. Raúl acostumbraba a tomar fotos y al revelar una de Millie quedó deslumbrado por sus grandes atributos, por lo que decidió invitarla a salir.
Muy pronto Millie se sintió enamorada de él, pero en ese momento Raúl salía con otra chica, por lo que debió darle un ultimátum que afortunadamente le ayudó a tomar una decisión.
Sin embargo, un mágico viaje por Egipto que se extendió por 20 días fue el que los llevó a formalizar su noviazgo que duró alrededor de tres años, cuándo Raúl le dio un anillo de compromiso que Millie aceptó entre lágrimas.
Bajo el radiante sol de Acapulco, la feliz pareja se casó el 22 de octubre de 1994, en una celebración que aglutinó a 300 de sus seres cercanos y amigos de ambos.
MÍA
La pareja no tuvo fácil las cosas a la hora de tener familia, por lo que Millie debió someterse a tratamientos de fertilidad antes de poder embarazarse de quien sería su única hija, Mía. En abril de 2000, en el Mercy Hospital de Miami vino al mundo la primogénita de Raúl y Millie:
“Mía fue el regalo que me cambió la vida para bien y que me ha hecho vivir experiencias únicas”, ha dicho su padre con emoción.
Según afirma, es muy estricto con su hija, y la consentidora es su esposa, a quien Mía llama cuando quiere obtener algo. Lo cierto es que ella es el orgullo de sus padres y actualmente estudia en la Universidad de Washington DC.
Admite que la vida de su hija a su lado no ha sido particularmente sencilla, ya que ha estado bajo los focos desde su nacimiento, sin embargo también se ha nutrido con los viajes que han podido hacer juntos por todo el mundo.
PERIODISTA
Su trayectoria como periodista ha enriquecido su vida con grandes anécdotas, desde sus tiempos como corresponsal de guerra expuesto a las balas, entrevistas con reconocidas estrellas, hasta tener que desplazarse colgado de un helicóptero por muchas horas en Los Ángeles.
Una de las anécdotas más frustrantes que le tocó vivir, fue durante un concierto donde se presentaba Luis Miguel, quien al saber que De Molina estaba entre los asistentes, pidió lo llevaran a una habitación, donde lo dejaron encerrado por unos 20 minutos, dejándolo salir luego de que el cantante habló con la prensa y se retiró.
Y a lo largo de los últimos 21 años ha estado junto a Lili Estefan al frente del exitoso programa de entretenimiento “El gordo y la flaca”.
SOBREVIVIENTE
En el 2005, Raúl terminó en el consultorio de un médico por un dolor intenso en su espalda, que resultó ser malas noticias, al confirmarse la presencia de un tumor canceroso en su riñón derecho.
En este caso el único tratamiento fue una cirugía radical, la cual se complicaba por el peso del presentador, sin embargo las cosas resultaron bien, toleró la cirugía, el tumor estaba perfectamente encapsulado y no se había diseminado, por lo que no requirió de quimioterapia.
Esta experiencia cercana a la muerte no ha provocado grandes cambios en la vida de Raúl, quien siempre ha tenido las prioridades de su vida muy claras: pasar el mayor tiempo con su familia, disfrutar la vida, darse gustos y ser feliz.