Chiste del día: un niño pequeño le dice a su papá que huirá de casa

Los niños pequeños siempre hablan de huir de casa. A veces es bastante adorable cómo su miopía los golpea en la cara. Así es como un padre lidió con esto.

Un día, un padre estaba reprendiendo a su pequeño hijo por ser desobediente y terco, por lo que el niño tomó una actitud muy rebelde.

Reunió algunas prendas de vestir, su auto de juguete favorito, también tomó su alcancía y los puso en el bolso del colegio.

EL PEQUEÑO CORRIÓ LEJOS DE CASA

Luego declaró con orgullo: "¡Me escaparé de casa!". El padre arqueó las cejas pero mantuvo la calma. Pensó por un minuto y luego preguntó: "¿Qué harás cuando tengas hambre?".

"Volveré a casa y comeré", dijo el chico con confianza.

"¿Qué pasará cuando te quedas sin dinero?", preguntó el padre. "Entonces volveré a casa y conseguiré algo más", respondió el niño fácilmente.

El hombre finalmente preguntó: "¿Y si tu ropa se ensucia?". "Vendré aquí y dejaré que mamá la lave por mí", respondió el niño con valentía.

El hombre sacudió la cabeza y dijo: "¡Este niño no se escapa de su casa, se va a la universidad!".

DOS NIÑOS DISCUTEN SOBRE SUS PADRES

Un día, dos niños pequeños estaban discutiendo sobre algo. Finalmente recurrieron al uso de los miembros de su familia para ganar.

"¡Mi padre es mejor que tu padre!", gritó el primer niño. "¡No, no lo es!", respondió el segundo.

"¡Mi hermano es mejor que tu hermano!", dijo el primero otra vez. "¡No, no lo es!", el otro chico respondió.

"¡Mi madre es mejor que tu madre!", dijo finalmente el primer chico.

El segundo niño permaneció en silencio por un tiempo antes de responder:

"Bueno, creo que tienes razón en eso. Mi padre dice lo mismo."

OFICIAL DE POLICÍA PATRULLA UN BAR

Una noche, un oficial de policía esperó afuera de un bar popular con la esperanza de hacer una redada. Cuando llegó la hora de cierre, los clientes salieron y el oficial vio a un hombre claramente ebrio. El hombre tropezó en el estacionamiento, y metió las llaves en cinco autos antes de finalmente encontrar el suyo.

Se sentó en el vehículo durante casi quince minutos mientras los otros clientes se iban. Encendió y apagó las luces, luego hizo lo mismo con sus limpiaparabrisas.

Finalmente, el hombre encendió el auto. Avanzó, pero luego se detuvo. Cuando el último automóvil salió, el hombre finalmente condujo hacia la carretera.

El oficial inmediatamente se fue detrás de él, encendiendo las luces para que se detuviera. Cuando lo hizo, el uniformado le administró una prueba de alcoholemia.

Para su sorpresa, el hombre sopló un 0.00. "¡Este equipo debe estar dañado!", dijo el patrullero.

"Lo dudo", respondió el hombre. "¡Esta noche soy el señuelo!".

Como las anteriores, siempre hay anécdotas graciosas que nos dejan sin saber cómo reaccionar. Lo mismo ocurre con los tres chistes que encontrarás en el siguiente enlace.

Hay un popular dicho que reza "ten cuidado con lo que deseas". Conoce tres casos hilarantes sobre deseos que se hicieron realidad, pero no fueron como se quería.