Chiste del día: Un hombre va por el campo con su mula y su perro y azota con una vara a la mula
¿Qué mejor que un chiste para dejar atrás por un momento los malos ratos y pesares? Estas historias hilarantes sobre animales te harán soltar una buena carcajada, aunque no sean las mejores.
Un señor que iba por el campo con su mula y su perro se enfadó muchísimo con la mula porque cayó de rodillas en la tierra por tanto peso que cargaba en el lomo.
Ya la pobre iba muy cansada y daba señales de que estaba a punto de desplomarse. El dueño, ya impaiciente, comenzó a azotar con una vara al pobre animal.
Un hombre dirigiendo dos mulas. | Foto: Pxhere
Cansada, la mula le reclama: “Antonio, ¿así me tratas después de todos estos años en los que te he ayudado fielmente, sin flaquear ni una sola vez hasta hoy, que estoy ya cansada y mayor?”.
Espantado, el hombre sale corriendo junto a su perro hasta que se detienen medio kilómetro más adelante. Apoyado de un árbol, recuperando el aliento, escucha a su perro decir: “¡Dios! ¡Menudo susto nos ha dado la mula cuando se ha puesto a hablar!
Un perro marrón. | Foto: Pxfuel
LOS CIEN POLLITOS
Un hombre entró a una tienda de animales pidiendo cien pollitos. El encargado, sin mucho protocolo, se los entregó. A la semana siguiente, el sujeto regresó por cien pollitos más.
Un poco extrañado, aunque sin preguntar, el empleado se los vendió. Pero al cabo de una semana el hombre regresó pidiendo otra centena.
Pollitos bebés. | Foto: Publicdomainpictures
Ya con la intriga a desbordar, el encargado de la tienda le pregunta: “Pero hombre, ¿qué hace usted con los pollos, que le vendo cien cada semana?”.
Pensativo y confundido, el cliente le responde: “Pues no sé si es que los planto mal o los riego poco, pero el caso es que se me mueren todos”.
Un pato nadando. | Foto: Pxhere
UN RÍO SEGURO Y TRANQUILO
Un hombre que quería atravesar un río le pregunta a otro sujeto: “¿Es muy profundo este río? ¿Se puede pasar sin que me cubra?”. Este le responde que sí, que es un río muy seguro y tranquilo.
Sin dudar, se echa al agua pero la corriente empieza a llevárselo río abajo. Como puede, nada desesperado hasta que logra salir, y muy enfadado le reprocha al hombre: “Pero tú, ¡desgraciado! ¿Cómo me dices que el agua no cubría y que se podía cruzar sin ningún problema el río?”.
- Ah... pues... hace unos minutos lo cruzó un patito y el agua no le cubría nada.
Pareja de loros en un árbol. | Foto: Pixabay
Otros animales que te harán reír son unos loritos muy ocurrentes que pertenecían a una mujer muy asidua a la iglesia.
Dos de las aves avergonzaban mucho a su dueña, hasta el punto en que tuvo que hablar con el sacerdote que la confesaba para buscar una solución. Pero jamás se imaginó el desenlace de esa historia.
Fuentes: Verne El País, 1000chistes.com