Chiste del día: hombre regresa de un viaje de Portugal y se encuentra con su amigo
Desconocer muchas cosas en la vida es completamente normal. Y es que como dijo el físico Isaac Newton: “Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”. No obstante, este dicho queda pequeño para algunos.
El siguiente chiste de dos amigos que se consiguen después de que uno de ellos regresa de viaje por el extranjero, nos hace pensar lo sorprendente de la posibilidad de que una persona tan experimentada culturalmente, se quede corto de conocimientos para cosas tan básicas.
Un día, dos grandes amigos se encontraron por casualidad y uno le cuenta al otro que pasó unos días en Portugal por las vacaciones. En respuesta, amablemente el otro le pregunta: “¿Qué tal todo por allá? ¿Qué tal las lusas?”.
Hombres conversando. | Foto: Pxfuel
“¿Las lusas? Ehm, sí, bien. ¡Muy bien!”, dice inseguro el recién llegado, que en realidad no tenía la más mínima idea de lo que significaba el término utilizado por su amigo.
Por esta misma razón, cuando llegó a su casa, se dirigió directo al diccionario a buscar la palabra. No le tomó mucho tiempo para descubrir que “lusas” es también el gentilicio de las portuguesas.
Meses después, cuando casualmente el que había viajado a Portugal estaba llegando recientemente de otro viaje, los mismos caballeros se vuelven a encontrar por casualidad.
Mujeres viajan en tranvía en Lisboa, Portugal. | Foto: Piqsels
- ¡Hombre! ¿Qué tal todo? – pregunta su amigo.
- Pues bien, ¡Acabo de llegar de Alemania! – responde el viajero.
- ¿Ah sí? ¿Y cómo te fue? ¿te gustó? ¿Qué tal las teutonas?
Increíble. Una vez más no sabía qué quería decir su conocido con este término extraño para él. Sin querer parecer ignorante, responde titubeante: “Eh...bien, las teutonas bien”.
Mujer trabajadora cruza un puente en Berlín. | Foto: Piqsels
Cuando el hombre regresa a casa, busca en el diccionario el significado de la palabra “teutona”, para descubrir que se refiere al gentilicio de las mujeres de Alemania.
Pasaron otros meses hasta que los dos amigos se vuelven a encontrar. Esta vez, el viajero estaba regresando de un maravilloso viaje por Egipto. Asombrado, el otro hombre le pregunta: “¿Ah sí? ¿Y qué tal por allí? ¿Te gustaron las pirámides?”.
- ¿Las pirámides? Uff hombre, me acosté con dos. ¡Unas fieras en la cama!
Turistas en las pirámides de Egipto. | Foto Pxfuel
Cuando de amigos se trata, muchas anécdotas graciosas salen a relucir. Una trata sobre un trío de compañeros que después de tanto trabajo, deciden ir a tomar unos relajantes tragos.
No obstante, al final de la velada dos de ellos estaban discutiendo sobre quién pagaría lo consumido, sin esperar jamás la sorprendente idea del tercer comensal.
Fuente: 1000 Chistes