Rocío Jurado en sus años más difíciles, desde la pérdida de un bebé hasta la depresión y el doloroso divorcio
La vida de "la más grande" es una de éxitos inolvidables. Ha dejado un legado invaluable en la música de España. Sin embargo, su vida personal atravesó momentos muy duros.
En 'Hormigas Blancas', Carlota Corredera presentó un programa especial dedicado a una de las figuras más prominentes de la música de España: Rocío Jurado. Recordó aspectos de su carrera y momentos de su vida profesional. Pero no dejó de hacer un repaso por los desafíos de su vida personal.
Rocío Jurado en Madrid en 1990. | Foto: Getty Images
COMIENZOS
Hija de un zapatero, Fernando Mohedano, y un ama de casa, Rosa Jurado, Rocío Mohedano Jurado nació el 18 de septiembre de 1944. Supo desde niña que lo suyo era cantar, pero le costó hasta una huelga de hambre convencer a su padre de ello.
Su carrera artística despegó y llegó a las alturas de la leyenda. Cuando, en 1976, celebró su boda con el boxeador Pedro Carrasco, en Chipiona, se presentaron más de mil personas, pese a que la pareja solo había invitado a 500: el ansia por asistir al evento llevó a muchos a aparecerse con una invitación fotocopiada.
Al año siguiente nació su hija, Rocío Carrasco. Según contó en numerosas entrevistas a lo largo de su vida, la infancia de "Rociíto" estuvo marcada por las constantes ausencias de su madre, que su padre siempre intentó llenar.
UNA DURA PÉRDIDA
En 1981, a los 37 años, Rocío Jurado quedó nuevamente embarazada de Pedro Carrasco. La pareja esperaba con ansias al niño, que podría ser un alivio para la soledad de su pequeña hija. 'Hormigas Blancas' recuperó material de archivo que incluye una nota que dio por entonces a Diez Minutos.
"Estoy tremendamente ilusionada", dijo, "además a la nena le vendría muy bien un hermanito para jugar y distraerse".
Semanas más tarde, durante un homenaje a Estrellita Castro, Rocío Jurado se desmayó públicamente. Personas que la asistieron aquel día declararon que Rocío había ido pese a sentirse mal y posiblemente tener fiebre.
Días después, Rocío Jurado perdió el tan deseado embarazo que cursaba. Quedó sumida en una profunda depresión.
Rocío Jurado en su casa en Madrid, 1979. | Foto: Getty Images
CRISIS Y DIVORCIO
Sin embargo, pronto volvió a su intensa actividad laboral, que terminaría llevándola a una crisis de estrés y a problemas de pareja. En un intento de recuperarse de todo esto, en 1984 la cantante pasó un mes y medio de vacaciones en Miami con su marido.
"La causa de nuestra crisis era la incomunicación, provocada por las separaciones a que nos vemos obligados por mis constantes viajes", declaró entonces.
Decidió dedicar más tiempo a su marido y a su hija y no hacer tantas galas, que la llevaban a estar meses alejada de casa. En consonancia con lo que recordó Rocío Carrasco en entrevistas públicas, si en un comienzo era la niña la que lloraba cuando la madre se marchaba, por entonces empezó a ser al revés, y era la cantante la que rompía en llanto al separarse de su hija.
Para el décimo aniversario de su matrimonio, en mayo de 1986, la cantante parecía estar atravesando un momento de idilio. Sin embargo, tres meses más tarde, durante un espectáculo, la pareja empezó a dar muestras de grietas.
El enlace dura, sin embargo, tres años más. Recién en 1989 Rocío Jurado y Pedro Carrasco comenzaron a transitar su divorcio. No fue fácil para Rocío Jurado: la artista recibió la década de los '90 sumida en una profunda depresión.
Declaró por entonces que lo había hecho todo para salvar su matrimonio, y habló con cariño de su exmarido. Pero la relación había naufragado sin remedio y la había dejado desconsolada.
ÚLTIMOS AÑOS
El viento habría de cambiar a mediados de la década, cuando conoció al que sería su segundo esposo, el torero José Ortega Cano. Se casó en segundas nupcias en febrero de 1995. Con él habría de tener en 1999, por adopción, a sus dos hijos menores, José Fernando y Gloria Camila, de 6 y 3 años.
En la cima de su fama, falleció el 1 de junio de 2006, víctima de un cáncer de páncreas. Tenía 61 años. La potencia de su voz queda inmortalizada en sus discos, sus grabaciones de video, y en la memoria indeleble de la música española.