Orencio, Herminia y Felisa: la vida de los veinteañeros con "nombres de abuelo"

Son muchos los criterios que usan los padres para darle un nombre a sus hijos, con algunos aciertos y dolorosos errores. Estos jóvenes tienen nombres comunes en los ancianos.

Muchas personas tienen en su mente los nombres que le pondrán a sus hijos desde siempre, otros los cambian con cada nueva pareja. Algunos son más tradicionales y pasan los nombres de padres a hijos.

Hay padres que escogen nombres de personajes del momento o de eventos importantes que les hayan causado gran impresión positiva o negativa. Es el caso del chico al cual le pusieron Covid por segundo nombre.

Inclusive hay una tendencia en algunos países de hacer combinaciones de nombres de familiares. El resultado no siempre suena bien y la compleja caligrafía obliga a estos chicos a deletrear sus nombres el resto de su vida.

Lo cierto es que casi nunca los padres tienen una manera efectiva de saber la carga que tendrán sus hijos con el nombre asignado, o si serán objeto de bromas pesadas durante su infancia.

Hoy te presentamos a tres jóvenes en sus veinte años con nombres que han venido desde sus antecesores. Ellos contaron a Verne sus experiencias de vida con “nombres de abuelo”.

ORENCIO

Este joven de 24 años se siente muy cómodo con el nombre que le tocó en suerte, especialmente por su originalidad.

Como guionista y director de la película ‘La atención’, a Orencio Carvajal le encanta cómo se ve su nombre escrito en los créditos de la película. Sin embargo, admite que no es un bonito nombre.

"Mi abuela me confesó que no le gusta mi nombre. Si no le gusta ni a mi abuela...", dijo Orencio, según cita Verne.

Un problema que ha tenido a lo largo de su vida es que al no ser un nombre popular, las personas ignoran cómo se escribe o lo confunden con Horacio o Lorenzo. Y es que la edad promedio de quienes se llaman como él es 68 años.

HERMINIA

A sus 22 años, esta atleta de Ciudad Real es la tercera generación de niñas de su familia que usan el nombre Herminia. Comenzó con su abuela, luego su madre y finalmente ella. Sin embargo, está decidida a no ponerlo a ninguna de sus hijas por venir.

Aparte de escuchar una y otra vez que tiene nombre de anciana, Herminia Parra también sufre al ver cómo lo escriben, sin H casi siempre.

FELISA

El nombre de la joven de 24 años, Felisa Ferraz, lo llevan las mujeres de alrededor de 72 años y esa es para ella una carga muy pesada. Es la quinta generación de mujeres de su familia que lo lleva y justo con ella morirá esa tradición.

Para la mayoría de los que escuchan su nombre, la F desaparece y deciden llamarla Elisa, que es un nombre más popular y juvenil. En una oportunidad, alguien intentando recordar su nombre le terminó diciendo Josefa. "Se disculparon diciendo que les sonaba que tenía nombre de vieja", contó.