Anabel Pantoja se enfrenta a Matamoros: "¡Un mes intentando ponerme en contra de mi primo!"

Inevitablemente, la última entrevista que concedió Kiko Rivera el pasado domingo ha terminado afectando a toda la familia. Su prima intenta, sin éxito, mantenerse al margen.

Desde que se inició el enfrentamiento mediático entre Kiko Rivera y su madre, la situación de Anabel Pantoja en los estudios no ha sido sencilla.

La presión que ha sufrido, por parte de sus compañeros para hacerla tomar una posición o emitir alguna opinión sobre las diversas declaraciones que ha dado su primo, ha sido excesiva para la colaboradora.

Sin embargo, fue luego de la entrevista en el ‘Deluxe’ del domingo, donde Kiko le dio un ultimátum a Isabel si no lo contactaba por cualquier vía en las siguientes 24 horas, cuando la situación se le escapó de las manos a Anabel.

LADO ENEMIGO

Ninguno de los miembros de la familia se ha salvado de las confesiones que ha ido haciendo Rivera en cada oportunidad en que ha estado en diversos medios de comunicación.

Sobre Anabel, Kiko aseguró que tanto Isabel como su tío Agustín la ubican en el lado de los enemigos, sin dar mayores explicaciones. Posteriormente, los primos tuvieron oportunidad de hablar y dejar en claro lo que piensan.

“Me respeta, le he dicho que no quiero entrar y que si puede evitar este tipo de cosas, lo haga, porque me pone en una tesitura muy mala”, explicó Anabel.

Agregó que ella también respeta a su primo. Sabe que él tan solo está hablando desde su propia percepción de lo que ha vivido e insiste en que no puede tomar ninguna posición. No quiere perder la relación con ningún miembro de la familia.

Esta actitud conciliatoria y de alguna manera neutral incomodó a Kiko Matamoros, quien criticó duramente a Anabel por no querer involucrarse en el conflicto familiar.

“¡Llevas más de un mes intentando ponerme en contra de mi primo!”, explotó Anabel ante las insinuaciones de Matamoros.

Totalmente fuera de control y hablando en un tono de voz muy alto, le exigió a Matamoros que se olvidara de seguir hablándole de su familia y se refirió a él como una pesadilla.

Posteriormente, Anabel se calmó un poco y explicó que los nervios la traicionan porque tiene la sensación de que la destrucción de su familia es irreversible.