Niña siente vergüenza de su madre porque no luce atractiva - Historia del día
Una actriz teatral en formación tenía vergüenza de que otras personas vieran a su madre asistir a las obras, porque no era precisamente una mujer atractiva. La vida le enseñó una lección muy importante.
Carla era adolescente, y estaba en la secundaria. Además de su educación escolar, se tomaba tiempo para su otra pasión: el teatro. Era parte del grupo teatral de su escuela, y si bien muchos asistían a sus obras, pero su madre nunca había podido ir ni a una sola presentación.
Audiencia en un teatro. | Foto: Shutterstock
La jovencita había notado que padres y madres de sus compañeros eran gente elegante y que se mantenía en forma, y se sentía avergonzada porque consideraba que su madre no encajaba en ese estándar. Así que prefería no decirle cuando había eventos, para mantenerla en las sombras.
En su último año de escuela, a Carla le ofrecieron un papel en una obra importante, para la que se esperaba una audiencia de cientos de personas. La adolescente aceptó el rol feliz: sabía que podía convertirse en su gran oportunidad para brillar.
Una noche, la madre de Carla comentó que nunca había podido verla en el escenario. "¿Crees que este año será posible?", preguntó, y su hija respondió con evasivas.
Esa semana, la madre de Carla vio que la habitación de su hija estaba desordenada y decidió intervenir. Se puso a ordenar y limpiar, y encontró un volante de su próxima obra.
La sorprendió ver el nombre de su hija en una obra importante, porque creía que Carla no tenía mucha experiencia. Cuando su hija regresó, la enfrentó con una pregunta difícil:
"¿Cuándo pensabas decirme de esto? ¿O es que no quieres que vaya?"
Carla se quedó sin palabras. Su madre comprendió y se fue.
Mujer joven tomándose la cabeza. | Foto: Shutterstock
Como sabía que lo esperable era que su madre estuviera en la audiencia, la adolescente contrató a una amiga actriz de más edad para que hiciera el papel de madre esa noche. Era una mujer bonita, atlética y elegante, perfecta para no desentonar entre las otras familias.
La noche del evento, la madre de Carla se presentó, fue a su asiento y vio a alguien en su lugar. La joven tuvo que intervenir para tratar de calmarla.
"¿Tanta vergüenza tienes de mí que hasta contrataste un reemplazo?", dijo, con la voz tomada por la angustia. Antes de que Carla pudiera hablar, su madre abandonó el teatro.
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Las semanas siguientes fueron todavía peores. Un día, al llegar de la escuela, Carla vio a su madre desvanecida en el suelo. Los médicos descubrieron que tenía una enfermedad grave y que necesitaba cuidados.
Cuando preguntó qué era lo que había causado su enfermedad, el médico explicó: "Tu madre ha estado trabajando más de la cuenta estos meses". Y agregó:
"Me dijo que tomarse las cosas con calma no era una opcion porque tenía que mantenerte a ti además de a ella. Tu madre te ama, pero ahora necesita ayuda".
Carla no podía procesar la culpa de haberse avergonzado de su propia madre, alguien que había trabajado hasta enfermarse para que no le faltara nada.
Paciente en cama de hospital y manos de acompañante. | Foto: Shutterstock
Cayó en la cuenta de que la vida es breve, y le rogó a su madre que la perdonara. Desde entonces, Carla se aseguró de que ambas fueran parte de la vida de la otra.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
Enorgullécete de tus padres, como ellos se enorgullecen de ti.
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