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Un niño solo frente a unas rejas | Foto: Shutterstock
Un niño solo frente a unas rejas | Foto: Shutterstock

Chofer de bus ve a niño caminar al bosque en vez de entrar a la escuela, así que lo sigue - Historia del día

Georgimar Coronil
10 may 2022
10:10

Un conductor de autobús se preocupa por un niño que todos los días camina hacia el bosque que hay detrás de su escuela en lugar de ir a clase. Entonces decide seguirlo. Lo que descubre lo deja atónito.

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Saúl Méndez había sido conductor de autobús escolar durante muchos años y amaba su trabajo. Era simpático con todos los niños que viajaban en su transporte, y a menudo entablaba conversación con ellos para mantenerlos entretenidos.

Cuando Saúl era joven, fue miembro de los niños exploradores. Conoció al amor de su vida, Ligia, mientras era explorador. Se casaron y tuvieron un precioso hijo, Enrique. Saúl y Ligia eran felices con su matrimonio y nunca imaginaron que algo pudiera ir mal. Pero, por desgracia, el destino tenía otros planes…

Cuando Enrique tenía solo 8 años, Saúl y Ligia lo perdieron en un incidente de acoso escolar. Algunos de los compañeros de Enrique le obligaron a caminar hasta la zona de colinas que hay detrás de su escuela, donde resbaló y cayó en un profundo valle. Desde ese día, Saúl empezó a dudar de la inocencia de los niños.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Después de ese incidente, Saúl dejó de ser explorador y se puso a trabajar como conductor de autobús escolar. No hablaba mucho con los chicos porque seguía sufriendo por la muerte de Enrique, pero poco a poco fue aceptando su pérdida y se hizo más amable con los estudiantes.

Un día, Saúl se fijó en un niño pequeño que estaba inusualmente callado y se sentaba apartado de los demás. Estaba visiblemente molesto y no dijo nada durante el trayecto. Cuando llegaron al colegio, todos los alumnos se apresuraron a ir a sus clases, excepto aquel chiquillo, que se quedó en la puerta del colegio.

Saúl esperó un rato en el autobús, con la esperanza de que el joven entrara pronto. Sin embargo, se dio cuenta de que el niño se saltaba las clases y, en cambio, se iba al bosque que había detrás de la escuela.

Esto sucedió durante varios días seguidos y Saúl empezó a preocuparse cada vez más por su seguridad. Recordó que también Enrique se había visto obligado a caminar hasta la zona situada detrás de la escuela, donde finalmente había muerto.

Temiendo que el niño pudiera estar en problemas, Saúl decidió seguirlo un día. Se mantuvo a una distancia prudencial para evitar ser visto. Entonces se dio cuenta de que el chico seguía adentrándose en el bosque. En un momento dado, el pequeño se detuvo bruscamente, se quitó la mochila y empezó a recoger basura y a colocarla en su bolso.

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Saúl se quedó perplejo mirando al niño que limpiaba el bosque. De repente, el chiquillo se fijó en él y se asustó. Se apresuró a coger su mochila y se preparó para correr. Pero Saúl lo detuvo.

"Oye, oye", dijo, acercándose a él. "No quiero hacerte daño. Solo tengo curiosidad por saber qué estás haciendo aquí. ¿No me reconoces? Soy Saúl, el conductor del autobús escolar. ¿Cómo te llamas?".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

El niño le miró, con los ojos llorosos. "Te reconozco, Saúl. Por favor, no le digas a nadie que vengo aquí. Me llamo Samuel Hernández".

"Pero Samuel, ¿qué haces aquí? Un niño pequeño como tú no debería estar solo en el bosque. Puede ser peligroso".

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"Estoy tratando de hacer que papá esté orgulloso", dijo, temblando. "Quiero ser como papá".

"¿Qué? ¿Qué quieres decir?", preguntó Saúl, confundido.

"Mi padre solía ser un explorador", dijo Samuel. "Solía ayudar a todo el mundo. Un día, papá intentaba salvar a una niña de un oso y murió. Después de eso, mamá y yo nos mudamos a este pueblo. Mi antigua escuela tenía un escuadrón de exploradores y me encantaba formar parte de él. Pero mi nueva escuela no tiene ninguno... Todos los días vengo solo a limpiar el bosque. Papá siempre me decía que debía mantener limpio mi entorno".

Saúl le dedicó a Samuel una sonrisa amistosa. "¿Sabías, Samuel, que eres increíblemente amable e inteligente? Estoy seguro de que tu padre está orgulloso de ti. Sin embargo, todavía puede ser peligroso para ti. ¿Por qué no te has dirigido a tu profesor para que te ayude?".

"Es porque…”, Samuel agachó la cabeza, con lágrimas en las mejillas y dijo: “Todos los demás niños se ríen de mí. Me llaman sucio por recoger la basura y dicen que apesto. Odio ir a la escuela. No quiero volver allí. Así que hace poco empecé a saltarme las clases".

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"¡Dios mío!", exclamó Saúl. Se sintió muy mal por el hecho de que Samuel estuviera siendo acosado por hacer algo realmente noble y considerado para un chico tan pequeño como él. Saúl decidió que ayudaría a Samuel a cualquier precio.

"Oye Samuel", dijo, pensando en un plan rápido. "Tengo una idea para ayudarte".

"¿Idea?".

"Sí, ven conmigo, y no tendrás que faltar a la escuela a partir de hoy. Nadie se burlará de ti. En cambio, todos colaborarán para ayudarte".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Saúl se acercó a la directora de Samuel, la señora Sánchez, y le contó lo sucedido. También le dijo que solía ser explorador y que tenía la idea de iniciar un programa de exploradores en la escuela para inspirar a niños como Samuel a seguir haciendo el bien.

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La Sra. Sánchez sintió pena de que Samuel tuviera que pasar por todo eso, y decidió ayudar a Saúl a llevar a cabo su plan.

Una semana después, la escuela de Samuel organizó un concurso de limpieza del bosque y anunció que la clase ganadora recibiría un premio. Para sorpresa de todos, al final de la semana de limpieza, Samuel, de 6 años, y su equipo de 1º grado ganaron el concurso.

A partir de ese día, el bosque quedó siempre impecable y nadie tuvo miedo de adentrarse en él. Los compañeros de Samuel dejaron de acosarle y todos empezaron a elogiarle por su trabajo. La madre de Samuel estaba muy agradecida con Saúl por haber ayudado a su hijo. Ahora el pequeño ya no se sentía solo en la escuela. Pero eso no fue todo.

Tras conocer a Samuel, Saúl recuperó la fe en la inocencia de los niños.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Que nunca hay que renunciar a lo que te gusta hacer solo porque los demás se burlen de ti por ello. Si te gusta hacer lo que haces, pronto verás los frutos de tu trabajo: Samuel quería ser como su padre y mantener limpio el medio ambiente. A pesar del acoso, siguió haciéndolo, y al final todo el mundo en su escuela empezó a elogiarle por ello.
  • Las mentes jóvenes son como las plantas en crecimiento: si se las cultiva adecuadamente, pueden resultar siendo unas maravillas: Samuel, de 6 años, es un ejemplo de ello, para que millones de personas sigan haciendo lo que es correcto y bueno.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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