Mujer hace promesa a esposo enfermo terminal y da a luz a sus mellizos 3 años después de su muerte

Una mujer le hizo una promesa a su esposo mientras él vivía sus últimos días en un hospicio. Tras su muerte, ella decidió cumplir lo que había prometido: dar a luz a sus hijos.

La pérdida de su esposo debido al cáncer hizo llorar a muchos, pero a la mayoría les alegró saber que ella podía sentir su presencia a través de sus hijos nacidos tras su muerte. La historia milagrosa de esta madre se volvió viral.

Los médicos le habían dicho que sus posibilidades de quedar embarazada eran casi nulas. A pesar de sus temores, ella se mantuvo decidida a cumplir su promesa.

ASÍ CONOCIÓ A SU ESPOSO

Cuando Lucy Kelsall conoció a su esposo, David, ella no tenía idea de que se casaría con él después de unos años. Se conocieron en un centro de rehabilitación en el sur de Gales, donde Lucy acudía para recibir tratamiento en 2005.

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Tiempo después, ella se convirtió en gerente del centro de rehabilitación. Seis años más tarde, David entró por la puerta principal, deseando llevar una vida saludable.

Ellos sintieron una atracción instantánea, pero no podían salir juntos porque las relaciones entre empleados y pacientes iban en contra de las reglas del lugar.

SE CASARON

Una vez que terminó su tratamiento, él pasaba la mayor parte del día con Lucy, tratando de conocerla mejor. Cada día, el cariño entre ellos se multiplicaba.

“Nos volvimos inseparables y en dos años nos mudamos juntos, nos casamos y comenzamos a intentar tener un bebé”, dijo la mujer.

La viuda desconsolada recordó que todo iba muy bien hasta que un día su esposo se quejó de dolor de garganta. No sabía que su vida cambiaría para siempre después de ese día.

EL DOLOR DE GARGANTA

David visitó al médico general y se hizo revisar después de sentir molestias en la garganta. El médico le dijo que no era nada grave y le recetó medicamentos para el reflujo ácido.

Sin embargo, unos meses después, el hombre acudió al hospital después de sentir un nudo en la garganta. Los médicos lo admitieron en centro de salud y dijeron que necesitaban hacerle algunas pruebas.

LAS MALAS NOTICIAS

Dos semanas después, los especialistas le informaron sobre los resultados de las pruebas. Le diagnosticaron cáncer de garganta, pero dijeron que podían matar las células cancerosas mediante quimioterapia.

Su viuda recordó que sentía que su cuerpo se adormecía cada vez que pensaba en perder a su esposo. Su historia de amor era nada menos que un cuento de hadas y perderlo no era una opción para ella.

Mientras tanto, también se enteró de que estaba embarazada y él estaba encantado de escuchar las buenas noticias. Fue una gran manera de distraerse del reciente diagnóstico de David.

Desafortunadamente, Lucy abortó dos semanas después. La mujer que alguna vez fue feliz se encontraba en su punto más bajo. Sin embargo, no se dio por vencida y se levantó nuevamente porque tenía que apoyar a su esposo en su batalla contra el cáncer.

Poco después del diagnóstico, David se sometió a múltiples y agotadoras sesiones de quimioterapia. Los médicos también extirparon sus ganglios linfáticos para evitar que las células cancerosas se propagaran.

A pesar de que los doctores hacían todo lo posible para eliminar las células cancerosas, la condición del hombre no mejoraba. Cada vez que le quitaban un nódulo de la garganta, aparecía otro en otro lugar.

YA NO PODÍA HABLAR

Como los médicos querían que David se recuperara pronto, sugirieron quitarle la laringe para evitar la propagación del cáncer.

La decisión fue bastante difícil para él y su esposa, pero decidieron seguir adelante a pesar de saber que él no podría hablar después de la cirugía.

“Sin voz, comenzó a escribirme notas de amor para expresarme cómo se sentía”, recordó Lucy.

Encontraba las notas manuscritas de David en lugares inesperados y siempre sentía mariposas en el estómago al leerlas.

SU CÁNCER REGRESÓ

Lucy confesó que casi se habían olvidado del cáncer de David hasta que regresó en septiembre de 2017. Esa vez fue una situación complicada porque los médicos no pudieron extirpar el tumor, pues se había desarrollado alrededor de una arteria.

Tres meses después, la mujer se horrorizó al ver sangre saliendo de la boca de su esposo. Inmediatamente lo llevó al hospital. Allí los médicos lo desahuciaron porque las células cancerosas se habían extendido a sus pulmones.

Ella recordó: “Estallé en lágrimas cuando David me abrazó con fuerza”.

LA SORPRENDIÓ TRAS SU MUERTE

La pareja pasó los últimos días de la vida de David en un centro de cuidados paliativos antes de que falleciera en diciembre de 2017. Lucy estaba devastada y se negó a hablar con sus amigos y familiares durante días.

Una mañana, notó que un trozo de papel cayó en su tazón mientras vertía su cereal. Lo abrió y descubrió una nota de amor escrita a mano por su amado esposo que la hizo sentir su presencia.

Con lágrimas rodando por sus mejillas, fue a su cajón para ver si le había dejado más notas. Se sintió abrumada al descubrir docenas de cartas y tarjetas en el interior.

TENÍA QUE CUMPLIR SU PROMESA

Leer las notas la hizo pensar en su promesa a David. Mientras estaba en el hospicio con él, le había prometido que se convertiría en padre incluso si fallecía.

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“Unos días antes de que muriera le dije que iba a tener a su bebé y estaba muy sorprendido y feliz”, reveló la madre.

Después de que David se enteró de su cáncer, congelaron su esperma en un centro local de FIV, por temor a que pudiera volverse impotente después de someterse a la quimioterapia.

TRATAMIENTO DE FERTILIDAD

Tener un bebé era lo único que mantenía a Lucy en pie después de la muerte de David. Ella pensaba que sentiría su presencia a través de su hijo.

Sin embargo, las cosas no fueron tan fáciles como parecían. Las posibilidades de tener un bebé con una cantidad limitada de esperma congelado a través de la FIV eran muy escasas, pero ella no se dio por vencida.

Después de que su primera ronda de FIV terminó en un aborto espontáneo, les dijo a los médicos que lo intentaran de nuevo. La viuda estaba decidida a traer al mundo al hijo de su difunto esposo.

Durante la segunda ronda de FIV, los médicos no tenían esperanzas y le dijeron a Lucy que descartara los dos embriones que se habían formado con los últimos restos del esperma de David.

Al observar las condiciones dentro de su útero, estaban seguros de que los embriones no sobrevivirían. Sin embargo, decidieron ponerlos en su matriz ante su insistencia.

Regresó a casa y rezó para que uno de los embriones sobreviviera. Incluso confesó que comía muchas verduras para obtener suficientes nutrientes.

LOGRÓ QUEDAR EMBARAZADA

Encontró un rayo de esperanza cuando dos semanas después vio sus pruebas de embarazo positivas. Estaba encantada de saber que los gemelos dentro de ella pertenecían a David.

Ocho meses después, Lucy dio a luz a dos hermosos niños: David y Samuel. Las lágrimas rodaron por sus mejillas cuando vio a sus bebés milagrosos por primera vez.

Ella reveló que le había puesto a uno de los pequeños el nombre de su difunto esposo porque tenía los ojos verdes y se parecía mucho a él.

EXTRAÑABA A DAVID

Aunque Lucy estaba encantada de poder sostener a sus bebés, también extrañaba a David. Ella había anhelado vivir ese precioso momento con él, pero el destino tenía otros planes para la pareja.

Ella sentía que David habría sido un gran padre. Podía imaginárselo alimentando a los mellizos y cambiándoles los pañales.

A Lucy se le ocurrió una idea genial para que sus hijos sintieran su presencia. Les regaló mantas, cojines y ositos de peluche a sus mellizos, todos hechos con la ropa de su padre.

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Ella pensó que hacer eso los haría sentir más cerca de su papá. La madre explicó que se le ocurrió esa idea porque no quería tirar la ropa de David o regalársela a alguien. Encontró la manera perfecta de utilizarla.