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Se burlaban de chica pelirroja y de piel blanca en la India. Mírala 20 años después

La joven era tan diferente que las mismas personas de su país le pedían tomarse fotos con ella por su rareza. Era excluída y discriminada por ser diferente.

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Pooja Ganatra nació en Bombay, India. Era una bebé feliz y saludable, como todos los demás, pero su apariencia física la hizo única.

Cabello rojo, piel blanca y ojos verdes eran sus características físicas, según Porque No Se Me Ocurrió, algo muy extraño en aquella ciudad.

Su apariencia la convirtió en blanco de críticas y burlas por sus compañeros de escuela. Ella comenzó a sentirse insegura y dejó de jugar con los demás niños.

Las personas de su tierra le pedían fotos como si fuera una extranjera y luego quedaban sorprendidas al enterarse que hablaba su mismo idioma.

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La situación fue empeorando con el tiempo, y ella se sentía insegura, triste, diferente.

"La gente siempre venía y preguntaba '¿qué son esas manchas en tu cara? ¿Por qué tienes tantas marcas?'. Fue un verdadero desafío mental", dijo a Daily Mail.

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"Incluso en mi primer año de universidad, me llevaron aparte y me dijeron que no usara camisas sin mangas porque eran 'demasiado llamativas' con mi piel blanca".

Finalmente un día tuvo el coraje para dejar su país y aventurarse a conocer nuevas culturas. Gracias a eso entendió que era un regalo ser diferente y vio que nadie se olvidaba de ella.

"Cuando estaba en Estados Unidos, la gente no me creía cuando les decía que soy india. Incluso el oficial de aduanas en el aeropuerto tuvo que mirar dos veces mi pasaporte y me preguntó si realmente era de la India", recordó.

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"Después de un tiempo me cansé de tratar de cambiarme a mí misma y finalmente decidí aceptarlo. La gente me dice que use bases y polvos para cubrir mis pecas, pero la belleza natural es lo más hermoso que una mujer puede usar", dijo al Daily Mail.

"Ya no me importa si la gente me mira o me juzga por cómo me veo. Estoy demasiado ocupada amándome a mí misma como para darme cuenta".

Esta historia nos recuerda a la de un pequeño niño de tan solo 3 años de edad que demostró que ser diferente en realidad es algo bueno.

Una extraña enfermedad de la pequeña, durante el periodo de gestación, la habría llevado a la amputación de una pierna.

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