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Se negó el aborto a una niña de 20 años con cáncer. Una historia trágica con un final desgarrador

La negligencia de los doctores y los dirigentes del hospital causó la muerte de dos seres humanos.

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Norma Cuevas, de Santa Fe, Argentina, no puede evitar enfurecer cada vez que le preguntan por Ana María, su hija. La joven murió cuando tenía 20 años de edad y su madre asegura que fue culpa de los profesionales, según lo afirmó Infobae.

"Es que no murió, la mataron de a poco", afirma la madre.

A la edad de 19 años, Ana María fue diagnosticada con cáncer en la boca. Todo comenzó como un dolor de muelas. En su pueblo fue en varias ocasiones al doctor y le extrajeron las muelas, pero nada parecía aliviar su dolor.

Madre e hija lograron llegar a un hospital fuera de su pueblo para que por fin alguien le diera solución a su problema. Fue entonces cuando descubrieron que padecía de rabdomiosarcoma alveolar, un tumor maligno en los músculos de la cara. En pocas palabras: cáncer.

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Cuando iban a iniciar la quimioterapia, los doctores notaron que Ana estaba embarazada, fue entonces cuando tomaron la determinación de no continuar con el proceso para no acabar con la vida del bebé.

Lo recomendable era realizar un aborto legal y salvar la vida de la joven, pero los profesionales aseguraron que no lo hacían por motivos éticos y morales. Norma suplicó que hicieran los tratamientos, pues el tumor estaba en una etapa temprana y era posible eliminarlo, pero no fue escuchada.

"Pero se negaron y nos mintieron, no decían que querían salvarlas a las dos", aseguró Norma.

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La ley argentina permite los abortos cuando la vida de la madre está en riesgo o cuando se trata de casos de violación. Ana clasificaba en el primer grupo, pero el comité de Bioética del hospital determinó que en Santa Fe no se hacían abortos por motivos morales y religiosos.

Pasaron cinco meses y la cara de Ana estaba desfigurada, su barriga ya tenía un tamaño considerable. Fue entonces cuando finalmente los doctores decidieron actuar. Le practicaron una cesárea y 8 días después comenzaron las quimioterapias.

La bebé tan solo vivió 17 horas y Ana falleció a los pocos días. La negligencia del hospital cobró la vida de dos personas cuando pudieron haber salvado por lo menos a la madre.

Finalmente el director del hospital fue acusado, junto con otros médicos, por incumplimiento de deberes de funcionario público.

Miles de mujeres se pronunciaron al respecto y por primera vez en América Latina se emitió un dictamen que admitió la mala actuación por parte del hospital. La familia fue indemnizada.

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