Mayorcita no deja dormir a su marido con charlas románticas. Reacción de él es nada romántica

El éxito en la vida de pareja con frecuencia se trata simplemente de saber cómo escuchar a nuestra pareja, y cómo reaccionar a sus palabras.

Un feliz matrimonio, ya en sus años dorados, disfrutaba del retiro y de la tranquilidad de la vida de pareja en su hogar. Cierta noche, después de cenar, él miraba algo de televisión y tomaba una cerveza, mientras ella leía una novela romántica y tomaba una copa de vino.

Más tarde esa noche, ya metidos en la cama, el marido cerró sus ojos y se dejó llevar por el sueño. Estaba a punto de caer rendido cuando su mujer, sintiéndose romántica, comenzó a buscarle conversación. En la oscuridad de la alcoba, le dijo suavemente:

"Cuando me enamorabas, me agarrabas la mano..."

El marido, a regañadientes, dio medio vuelta en el lecho marital y agarró la mano de su amada por unos segundos. Lentamente, volvió a girar su cuerpo boca arriba, y al rato, comenzó a caer dormido de nuevo. Estaba a punto de conciliar el sueño cuando su mujer volvió a romper el silencio, susurrando una vez más:

"Entonces me besabas..."

Ya comenzando a sentirse molesto, el marido una vez más dio medio vuelta, y le dio un tierno y dulce beso en la mejilla a su esposa, tras lo cual volvió a acomodarse para dormir.

Pero no habían pasado ni treinta segundos cuando la mujer volvió a alzar la voz, y esta vez le dijo:

"Luego tú me mordías el cuello..."

En ese momento, el marido, ya visiblemente irritado, tiró en un movimiento la ropa de cama al suelo, y se incorporó. Se puso las pantuflas y se levantó de la cama rápidamente. Perpleja, su esposa le preguntó "¿A dónde vas, mi amor?"

El marido, sin dejar de caminar hacia el baño, le respondió:

"¡¡¡A buscar los dientes!!!"