Chico inteligente y abuelo cachondo
Una cálida tarde, estaba un pequeño niño junto a su abuelo reposando un poco en el patio. De repente deciden rastrillar las hojas que habían caído de los árboles.
En ese momento, el niño encuentra una lombriz tratando de regresar a su agujero. Curioso e inquieto, el pequeño le propone a su abuelo un reto.
"Abuelo, apuesto a que puedo volver a poner ese gusano en ese agujero", dijo.
El abuelo confiado y astuto le responde: "Te apuesto cinco dólares a que no. Es demasiado ondulado y flojo para volver a meterse en ese pequeño agujero".
Sin pensarlo mucho, el niño entra corriendo rápidamente a la casa, va directo a una de las habitaciones y toma de una de las gavetas del closet una lata de laca para el cabello.
Nuevamente regresa al patio y le rocía laca al gusano hasta dejarlo tieso y recto como un palo de madera. Es así como logró meter nuevamente el gusano en el agujero del patio de la casa de sus abuelos.
Al abuelo no le quedó de otra que reconocer la astucia del pequeño y le entregó cinco dólares para pagar la apuesta que había realizado con su pequeño nieto.
Así que contento y emocionado, el niño toma su dinero y la lata de laca para el cabello y corre para entrar a la casa.
Pasaron 30 minutos y el abuelo vuelve con una gran sonrisa dibujada en su rostro y le entrega al niño cinco dólares más.
Extrañado el niño dice: "Abuelo, ya me diste cinco dólares". El abuelo responde: "Lo sé. Eso de parte de tu abuela".