Asesina de Gabriel Cruz envía carta con nuevas confesiones a famosa presentadora desde la cárcel
Ella decidió contar su versión sobre el impactante suceso.
Ana Julia Quezada, quien asesinó a Gabriel Cruz, un niño de 8 años, tomó la decisión de reconocer los hechos a través de una carta escrita a mano que envió a la presentadora de Telecinco Ana Rosa Quintana, según información de Tu Otro Diario.
El pequeño desapareció el 27 de febrero y fue encontrado muerto el 11 de marzo. Ana Julia luego confesó haber cometido el terrible crimen.
Actualmente está en prisión preventiva en la cárcel de El Acebuche, España, y desde ese lugar le envió la carta a la famosa presentadora.
Dos folios escritos a mano por Ana Julia fueron entregados al programa, donde además de expresar su versión de los hechos, ofreció una disculpa a los padres del niño.
Quezada pidió perdón a los padres de Gabriel, Ángel Cruz y Patricia Ramírez, así como a su hija, que reside en Burgos.
La mujer es acusada de asesinato, detención ilegal y un delito contra la integridad moral. Sin embargo, ella sigue manteniendo la versión de los hechos que confesó a la Guardia Civil.
Según ella, el niño estaba jugando con un hacha, la cual ella le pidió que dejara y ante su negativa tuvieron un forcejeo en el que Ana Julia golpeó al niño y luego lo asfixió.
Sé que pasaré el resto de mi vida aquí. Fue un accidente y siempre lo diré porque es la verdad, escribió Ana Julia.
Quezada asegura que se asustó mucho en el momento del incidente y el miedo la “bloqueó”. También confesó no ser lo suficientemente fuerte como para decirle a su pareja ni a nadie lo que había pasado.
Durante los 13 días que el niño estuvo desaparecido, Ana Julia le hizo creer a todos que él seguía con vida, a pesar de que la autopsia reveló que falleció el mismo día del incidente.
Sin embargo, el juez que lleva el caso explicó que Ana Julia “trazó un macabro plan criminal y actúo bajo una malvada voluntad criminal”.
El juez afirma que Ana Julia planeó todo el asesinato y lo que necesitaría para cometer el crimen, a pesar de que ella se refiere a este como un “accidente”.
En la carta, Quezada pidió perdón a los padres del pequeño por quitarles lo más grande que cualquier persona puede tener, un hijo.
Igualmente pidió disculpas a su hija, a quien asegura que le ha causado mucho daño. Por otro lado se lamentó por el trato recibido en la cárcel, que cataloga como “un infierno”.
Quezada también comentó que ha necesitado antidepresivos y pastillas para comer y dormir, pero que en la prisión la han tratado profesionalmente.
En el escrito también expresó su disgusto por aquellos que quemaron un muñeco que simulaba ser Ana Julia en la tradicional “Quema de Judas” en Semana Santa.
“No soy más monstruo que esas personas, yo lo hice por un accidente. Ellos lo hacían queriendo, son más monstruos que yo", aseguró.
Según Quezada, mucha gente de “color blanco” comete los mismos crímenes y no son tan señalados por el mundo entero como lo hacen con ella.
De la misma forma, se quejó por el trato de dos agentes de la Guardia Civil que la detuvieron y acompañaron en el auto hasta la comandancia.
Ana Julia afirmó que las dos chicas que la escoltaron ese día la querían matar y según ella le dijeron que esperaban que la mataran en la cárcel.