Hombre de 39 años no puede registrarse en lista de espera para recibir un corazón por su estado migratorio
Los inmigrantes pueden salvar la vida de los estadounidenses, pero nadie salva la de ellos.
Rafael Cortéz, de 39 años de edad, es un inmigrante hondureño y por este motivo no ha podido registrarse en la lista de esperas para recibir un corazón, según informó Mundo Hispánico.
“El doctor me dijo de que el hospital ya había llegado al tope y que no tenían nada qué ofrecerme. Me dijo que para ser elegible para un órgano había que ser ciudadano americano”, afirmó.
“Me lo diagnosticaron en Honduras en el 2003, a mi me dio una embolia pulmonar porque yo trabajaba en medicina forense haciendo autopsias. Y me dijo el doctor que probablemente había una autopsia en un cadáver contagiado, en ese entonces andaba la fiebre aviaría y la porcina, la enfermedad de moda”.
Afortunadamente, la Asamblea Legislativa de Illinois aprobó el 1 de octubre del 2014 una ley que brinda fondos para que los indocumentados puedan recibir un trasplante.
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El director ejecutivo de la organización pro inmigrante Familias Inmigrantes y Estudiantes en la Lucha (FIEL), afirmó que existen mchas inconsistencias en el sistema.
“Las personas indocumentadas pueden trabajar, pueden vivir, pueden convivir, pueden aportar a los Estados Unidos pero al final del día se les niegan servicios muy importantes como es el servicio de la salud y servicios como el poder entrar en una lista de espera de trasplantes", dijo.
"La parte irónica de esto es que pueden (inmigrantes) donar órganos, pueden donar sangre, ellos pueden salvar las vidas de americanos pero el sistema no es retroactivo y no se pueden salvar sus vidas en muchos de los casos".
Rafael representa a millones de inmigrantes que están viviendo la misma situación que él, hecho que quizás podría costarles la vida.