El tercer bebé de Kate y Guillermo provoca ola de ira en las mujeres de todo el país
El anuncio de que el Príncipe William y su esposa Kate Middleton esperaban otro bebé debió haber sido un evento muy alegre.
De acuerdo Mirror, los fanáticos se apresuraron a felicitar al Duque y a la Duquesa de Cambridge mientras el Palacio de Kensington confirmaba el embarazo.
A pesar de que hoy, 9 meses después del anuncio, todos los ojos están puestos sobre la pequeña puerta de un hospital de Londres esperando que la pareja aparezca para mostrar a su hermoso bebé envuelto en una manta, para muchos, el anuncio fue una píldora amarga de tragar.
Surgió en el mismo año en que los miembros del Partido Conservador británico introdujeron un tope en el número de niños por el cual los padres de bajos recursos pueden reclamar créditos fiscales por sus hijos, para colaborar con el costo de su crianza.
Madres y padres ahora solo pueden reclamar los créditos -que pueden valer hasta 3 875,49 dólares anuales por cada niño- para sus primeros dos hijos y no para su tercero o ninguno posterior.
Hay algunas excepciones –en relación a la adopción, los partos múltiples y cuidado familiar-, pero una fue tildada de "repugnante".
Si una madre soltera puede demostrar que ha sido violada o que estaba en una relación abusiva al momento de la concepción, entonces será excusada de la prohibición.
Una mujer puede reclamar por un tercer hijo o subsiguiente si este fue concebido "como resultado de un acto sexual que usted no aceptó” o "en un momento en que estaba en una relación abusiva, bajo control continuo, o coacción por parte del otro padre del niño".
Apodada la 'cláusula de violación' por activistas, el controversial aviso ha sido criticado ampliamente desde que se introdujo en el presupuesto británico, en el 2015, y especialmente cuando entró en vigor en abril del año pasado.
La principal preocupación es que una mujer que ha sido objeto de un abuso tan horrendo no debería justificar la recepción de dichos créditos rellenando una solicitud.
Cuando Kate y Guillermo anunciaron que tendrían un tercer hijo, el problema regresó a la conciencia pública, lo que desató una ola de ira en las redes sociales.
Muchos se preguntaron por qué quienes pagan impuestos debían desembolsar dinero para otro bebé real cuando personas dentro de familias con problemas no reciben ayuda para los suyos.
Sin embargo, hay un pequeño problema con eso, ya que los Cambridges no están financiados por la Subvención soberana de la Reina, sino que reciben sus ingresos del Ducado de Cornualles, administrado por el padre de Guillermo, el Príncipe Carlos.
Tanto Guillermo como Enrique tienen roles militares a tiempo completo, por lo que reciben un salario.
En lugar de dirigir la ira hacia Kate y su marido, tal vez deberíamos cuestionar al gobierno de Tory por su decisión.