Si sufriste abuso emocional cuando eras niño, es muy probable que hagas estas cosas de adulto

Las secuelas del abuso emocional pueden durar toda la vida.

De acuerdo a lo publicado recientemente por Healthy Holistic Living, en los adultos se pueden observar conductas que evidencian el abuso emocional sufrido en la niñez, ya que sus experiencias pasadas los predisponen en sus acciones del presente.

La carga del abuso emocional sufrido durante la infancia puede durar toda la vida y según Healthy Holistic Living, las víctimas han revelado algunas de las consecuencias del abuso emocional que se manifiestan incluso durante la edad adulta.

Uno de los primeros signos que se desarrolla cuando un niño abusado se convierte en adulto, es la intolerancia a los conflictos, donde incluso los ruidos fuertes y repentinos pueden causar un impulso de lucha o huida.

Aceptar los elogios, es otro de los problemas comunes en este tipo de personas, ya que están acostumbrados a que se les hable sobre sus errores y fallas, no pueden procesar los elogios o cumplidos.

Del mismo modo, su pasado los lleva a tratar de sobresalir en todo lo que hacen, solo para demostrarse a sí mismos que pueden hacer algo de manera correcta.

Otro de los indicadores, es la falta de confianza en ellos mismos, ya que a consecuencia del abuso, encuentran difícil creer que son capaces de hacer algo bien.

Demasiado estrés emocional y culpa en la infancia, hace que estas personas quieran disculparse todo el tiempo, porque siempre tienen la sensación de ser culpables de todo.

Debido a la constante sensación de estar equivocados, tienden a ser indecisos en la mayor parte de su vida, afirmó una experta.

Esto se debe a que no se creen capaces de decidir de manera adecuada, si no son influenciados por una tercera persona.

Otro signo de abuso emocional en la infancia es que se desarrolla un gusto por el aislamiento, llegando incluso a preferir permanecer en la seguridad de su hogar con la menor interacción social posible.

La mayoría de las veces, las personas que han sufrido abuso emocional en la infancia tienden a estar a la defensiva, por lo que a menudo son personas groseras o cínicas.