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Hospital pierde demanda contra madre después de que enfermera empujara de vuelta a su bebé en el parto

No hay mejor sensación que traer un hijo al mundo. Cuando eres un padre amoroso y has planeado con ansias la llegada de un bebé, este se convierte en un momento que se guarda por siempre en el corazón.

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Carolina Malatesta es una mujer de Alabama, EEUU. En 2012 dio a luz a su cuarto hijo, pero el que debía ser uno de los días más felices de su vida, se convirtió en una amarga experiencia en una sala de partos.

Según registró Viral Thread, una enfermera del Centro Médico Bautista de Brookwood obligó a la mujer a ponerse sobre su espalda. La sujetó y trató de empujar al bebé dentro de su vagina.

Carolina eligió este hospital porque quería tener un parto natural y según la información del sitio web, le había dado la impresión de que estaría libre de complicaciones adicionales durante su trabajo de parto.

Además, su propio médico la había hecho creer que este no sería un caso difícil. Desafortunadamente, ella vería la falsedad de la información durante el parto.

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El día del nacimiento, Carolina llegó al centro médico y estaba en trabajo de parto. Para sorpresa de la mujer y su familia, la enfermera encargada le informó que su trabajo requería supervisión y que debía permanecer recostada hasta un nuevo aviso.

A Carolina le informaron que su médico no estaba de turno y tendría que esperar en la camilla.

A medida que pasaba el tiempo, Carolina tenía preguntas sobre su proceso de parto, pero la enfermera no le respondía, la ignoró y hasta se mostró enojada con la mujer. De repente, Carolina empezó a sentir fuertes contracciones y le dijo a la enfermera que ya no podía estar sobre su espalda.

La enfermera seguía sin hacer caso a la mujer, hasta que su espalda se arqueó y la cabeza de su bebé se asomó por la vagina. Otra de las enfermeras estaba decidida a impedir la salida del bebé y las medidas que tomó nos dejan sin palabras.

"La enfermera me dijo que me acostara. Me mantuve sobre mis manos y rodillas y respiré, tratando de relajarme, ya que eso fue lo que me resultó natural. Me dieron la vuelta y otra enfermera sostuvo la cabeza de mi bebé dentro de mi vagina para evitar que saliera. Las enfermeras me estaban sujetando, y yo estaba luchando, realmente luchando", cuenta.

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"Después de seis minutos de esto, el médico finalmente ingresa. La enfermera suelta la cabeza del bebé y sentí un alivio inmediato, porque esa presión profunda de sostener la cabeza contra la fuerza de mis contracciones finalmente se liberó”, narró Carolina

Unos meses después, Carolina seguía sufriendo las consecuencias de ese doloroso nacimiento. Como resultado, ahora padece de una afección nerviosa permanente llamada neuralgia pudenda. Lo que hicieron las enfermeras en la sala de partos causó graves lesiones alrededor de su región pélvica.

La valiente madre sintió que no tenía otra opción que presentar una demanda contra el hospital y lo hizo en 2014. Afortunadamente, el 5 de agosto de 2016, Carolina y su esposo ganaron la demanda. Recibieron $ 10 millones en daños y perjuicios por sus lesiones.

A pesar de esa indemnización, nunca se podrán reparar los daños causados a la familia.

Es imperdonable que un mal personal médico haya puesto en riesgo la vida de esta madre y su pequeño bebé.

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