Esta chica perdió más de 70 kilos después de que su novio la engañó. Ahora ella comparte sus métodos
Nicole Summerfield no es la única persona que decide perder peso como propósito de Año Nuevo. Pero quizás es de las pocas que convierte una trastada en aliciente para hacerlo con más ahínco.
Apenas dos semanas después de iniciar la dieta y los ejercicios, Nicole descubrió que su novio de mucho tiempo la había engañado. Esto pudo, fácil y comprensiblemente, conducirle a una espiral descendente de excesos y comilonas, pero el hecho de que el hombre la hubiera dejado por otra mujer solo le dio más determinación para adelgazar.
Ella pensaba que si mejoraba su figura recuperaría a su pareja, así que se esforzó más en el gimnasio y la buena alimentación, hasta que logró deshacerse de ¡170 libras! (77,11kg), reportó InspireMore.
Aunque los resultados fueron sorprendentes, ahora Nicole piensa que no fueron posibles solo por el despecho de haber perdido a su novio, sino porque con el tiempo se dio cuenta de que necesitaba hacer este cambio “por mí y solo por mí. No solo eso lo NECESITABA, lo quería".
Y lo hizo a la vieja usanza. En lugar de saltar en una de esas aventuras tipo montaña rusa alimentada por la moda, logró el éxito, en parte, al cambiar a una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas, combinada con ayuno intermitente, en la cual tomaba completa su ingesta calórica diaria en solo ocho horas.
Entonces, ¿cómo es su menú típico de un día? Toma nota a continuación:
Desayuno: 1 taza de claras de huevo líquidas, revueltas, y 5 rebanadas de tocino extra crujiente.
Snack 1: Un puñado de almendras y un queso Babybel.
Almuerzo: Carne de pavo cocida en agua sazonada con aderezo de fajita, pimientos rojos y verdes frescos, tomates, lechuga picada, 1 cucharada de salsa y 1 cucharada de crema agria.
Snack 2: 1 porción de pepperoni y queso.
Cena: Salmón a la parrilla con brócoli.
Snack 3: Un puñado de almendras.
Pero cambiar sus hábitos alimenticios era solo parte de su plan de éxito. También comenzó a beber un galón de agua cada día y aumentar su cuota diaria de ejercicio hasta una hora.
Los cambios que comenzó a ver fueron tan alentadores que incluso comenzó a enseñar ciclismo en interiores, aeróbicos en el agua y otras clases, primero a tiempo parcial y finalmente trabajando hasta llegar a tiempo completo.
Mis alumnos me dicen que los motivo, que les ayudo a perder peso, que la razón por la que vienen a clase es porque los hago sentir bien y creo en ellos mismos.
Ahora se siente muy bien y no es para menos, pues mírala cómo está...
¿Y qué pasó con el novio ingrato? No te preocupes por él, porque ella luego conoció y se casó con el hombre de sus sueños, ¡y él la ama tal como es!