Papá de chico que mató a 10 jóvenes en escuela dice que él "no es un criminal, es una víctima"
El padre del adolescente acusado de las 10 muertes en la secundaria de Texas insiste en que su hijo era un "buen chico" y culpa a los "bullies".
Según reporta CNN, Antonios Pagourtzis alegó que su hijo de 17 años, Dimitrios Pagourtzis, siempre fue un "buen chico", y cree que el acoso de "matones" escolares lo habría empujado a perpetrar el horrendo tiroteo la semana pasada.
Los comentarios de Antonio fueron realizados durante una entrevista telefónica el pasado lunes con el Wall Street Journal. Dimitrios actualmente está bajo guardia preventiva para evitar su suicidio, en la Prisión del Condado de Galveston. No ha declarado su inocencia o culpabilidad ante los múltiples cargos de homicidio.
Sin embargo, las autoridades establecieron en un documento de causa probable que Pagourtzis admitió haber realizado el tiroteo. En un comunicado la semana pasada, el distrito escolar se distanció de "falsos reportes" sobre entrenadores y comportamiendo abusivo hacia el tirador, tras haber investigado internamente.
Pagourtzis padre, dueño de una compañía de reparación y limpieza de botes en Houston, al norte de Santa Fe, dijo al WSJ que trabajó duro por llegar a donde está. Emigró de su aldea al norte de Grecia a los 12 años con apenas la ropa que tenía puesta y un par de botas, según contó.
"Este país nos trató bien. Trabajé duro para ser dueño de un barco, llegué a tener tres, que ahora vendí", dijo al periódico. "Ahora... nuestras vidas están destrozadas"
Según registros del condado de Harris, Pagourtzis fue acusado de asalto en dos ocasiones (1987 y 2012), pero ambos casos fueron desestimados. En 2008, fue sentenciado por desechar desechos de madera ilegalmente, según los registros.
En el caso de 2012, Pagourtzis golpeó a un hombre y "sujetó su rostro y golpeó su cabeza en el suelo, causando que su nariz sangrara" después de que, según alegó Pagourtzis, el hombre le hiciera daño a los perros de su tienda, según la declaración policial.
No se sabe la razón por la cual los casos fueron desestimados, y no se pudo obtener comentarios de los abogados de las supuestas víctimas al respecto. Al ser contactada cerca del galpón de la empresa familiar, la media hermana de Dimitrios, Katina Pagourtzis, se negó a comentar sobre su padre o hermano.
En la entrevista con el Wall Street Journal, Antonios Pagourtzis no quiso discutir cómo su hijo obtuvo las armas que usó en el ataque del viernes, según el periódico. El sospechosos estaba armado con una escopeta recortada y una pistola calibre 38.
El Gob. Greg Abbott dijo la semana pasada que el joven obtuvo las armas de su padre. Un agente de la ley le dijo a CNN que las autoridades siguen intentando determinar si ese es el caso. Las escopetas recortadas son ilegales sin permiso especial. La pistola fue comprada legalmente a principios de los 90s, dijo.
Los investigadores identificaron a los compradores originales, pero cómo Dimitrios obtuvo las armas es algo que sigue siendo investigado, según el oficial. En una entrevista el pasado sábado con el medio griego Antenna TV, Pagourtzis dijo que las armas usadas en el ataque eran suyas, y que las tomó de su clóset.
Dimitrios se ejercitaba y no consumía alcohol ni se metía en peleas, según dijo a la estación. Dijo que comía y jugaba con su hijo la noche antes del tiroteo, y que Dimitrios se fue temprano la mañana siguiente.
Cuando el padre le preguntó porqué se iba temprano, Dimitrios respondió "Me voy, te amo y te veré en la tarde", según contó Pagourtzis a Antenna. "Siento el dolor de los demás, pero yo tengo el mismo dolor. Tengo exactamente el mismo dolor", dijo Pagourtzis, según una traducción de la entrevista.
"Algo debe haber pasado ahora, esta última semana. Alguien debe haberle hecho daño, y ya que él era un chico sólido, no sé cómo pudo haber pasado. No sé lo que sucedió. No puedo ni adivinarlo. Sólo puedo decir es lo que sospecho como padre, porque perdí a mi niño".
"Mi hijo, para mí, no es un criminal. Es una víctima".
Dos oficiales de recursos escolares llegaron a la escuela unos cuatro minutos después de que el tiroteo comenzara e interactuaron con Dimitrios, lo cual permitió a oficiales evacuar a maestros, administradores y estudiantes, según contó el sheriff del condado, Henry Trochesset.
Los oficiales intercambiaron disparos con Dimitrios antes de que la negociación de 25 minutos terminara con su rendición. El sospechoso y los oficiales no intercambiaron disparon durante la negociación, según destacó el oficial.