Micrófono plantado por la policía registró escalofriante confesión de hombre que mató a su novia

Dos años después de que cometió el crimen, su autor todavía andaba libre. Hasta que una jugada maestra de los investigadores pudo comprobar que era el asesino.

Un novio violento que mató a su novia en una discusión post-sexual fue atrapado después de que la policía lo grabara secretamente confesándole el homicidio a su padre.

Según reseñó Daily Mail, el boxeador amateur James Tobin golpeó a Kellie Gillard en su casa en Port Talbot, al sur de Gales, causando que se estrellara contra una pared y muriera a causa de sus heridas.

En sus declaraciones, Tobin afirmó que el deceso de Gillard había sido accidental. Primero insistió en que había tomado una sobredosis y luego dijo que se había caído mientras estaba de pie en la cama.

Pero fue puesto tras las rejas luego de que la policía decidiera espiar en secreto su casa y logró registrar una confesión que le hizo a su padre.

"Dije que se estaba riendo [burlándose de mí], así que simplemente la puse a dormir", dijo Tobin.

“Eso es entre tú y yo, pero... Nadie más sabrá eso. Usted "la chispeó" [la golpeó] fueron sus palabras", respondió su padre.

EL HOMICIDA PRESUMIÓ DEL CRIMEN DESDE LA PRISIÓN

La policía también obtuvo otra confesión de Tobin, hecha a su padre por teléfono desde una celda, después de su arresto.

En esa llamada, él dijo: 'La engañé ... Oh God, en realidad la maté. La maté, le di el mejor golpe”.

Tobin fue sentenciado a 12 años y medio de cárcel el año pasado, después de que admitió el homicidio por el asesinato ocurrido en 2015.

Las grabaciones secretas que lo ayudaron a atraparlo ahora han sido utilizada para grabar un documental de ITV Crime Files, que se trasmitió el 20 de agosto.

Cuando Tobin admitió el cargo, un tribunal escuchó que estaba bajo la influencia de la cocaína y el alcohol en el momento del ataque y tenía un historial de violencia doméstica.

Después de que fue encarcelado, la madre de la señorita Gillard, Tracey, dijo que la familia "nunca aceptaría su muerte" y que se le hubiera dado cadena perpetua de pena.

“Él era una persona malvada que tenía el control de ella y simplemente se mantuvo callada y trató de calmar las situaciones... James Tobin nos ha roto el corazón. No importa qué oración reciba, no cambiará la forma en que nos sentimos".

Añadió que la señorita Gillard se había convertido en donante de órganos a la edad de 18 años y que su muerte había salvado la vida de seis personas.

EQUIPO COMPROMETIDO

El inspector jefe de detectives Gareth Morgan, de la policía de South Wales, explicó a ITV cómo la grabación encubierta de su novio James Tobin se convirtió en un gran avance.

"Esta fue la pepita de oro, el momento en que el equipo de investigación dio un suspiro colectivo y se miró alrededor de la habitación, pensando 'esto es'”, dijo Morgan.

"Creo que James Tobin pensó que se salió con la suya. Y eso es lo único de este caso. Probablemente se hubiera salido con la suya si no hubiéramos llegado a tal extremo y no hubiéramos utilizado todas las herramientas disponibles para nosotros”.

"Si no hubiéramos tenido un equipo de investigación tan comprometido, creo que lo más probable es que se hubiera alejado".

La familia de Kellie Gillard también habló de su pérdida y su hermana Sadie Broad quiere que se revele la verdad a su comunidad.

"Hizo girar esta red masiva de mentiras. Y pensó que estaba bien hacer eso ", dijo Sadie.

"Primero nos dijeron que se había quitado la vida. Pero no creímos eso. Sabíamos que ella no habría hecho eso. Pero fue espantoso, ya que Tobin estaba caminando por las calles afirmando que no había hecho nada", señaló.

"La extrañamos todos los días. Hay un vacío en nuestra familia ahora. Solo deberíamos tratar de recordarla como feliz. Ella no se quitó la vida, alguien tomó la suya".

En otro caso que causó conmoción, la examinadora médica en jefe de Jacksonville, la Dra. Valerie Rao, perdió su aplomo y estalló en llanto cuando dio su testimonio en un juicio contra un asesino sexual.

Rao fue la profesional que realizó la autopsia de Cherish Perrywinkle, de 8 años de edad, luego de que fuera secuestrada, abusada brutalmente y asesinada por un hombre de 61 años, a comienzos de 2018.

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