La razón por la cual la mafia ofrece una millonaria recompensa por la cabeza de este perrito

La mafia napolitana pone un precio en la cabeza de este perro antidroga, que les ha hecho perder millones de euros.

El perro antidroga más buscado por la mafia es llamado 'Pocho', y tiene un olfato infalible para descubrir droga, además de ser rapidísimo.

No es un agente policial como tal, según explica La Vanguardia, sino que es más bien un Jack Rusell con 9 años de edad que se caracterizado por descubrir dos toneladas de estupefacientes de la mafia de la Campania.

Esta mafia no puede permitir que este perro les haga perder tantos millones de euros, por lo que han decidido condenarlo a muerte.

Incluso, en todos los medios se ha dicho que han puesto un precio sobre su cabeza para quien logre acabar definitivamente con el perro más efectivo para encontrar droga en la región italiana.

"Gracias a su nariz infalibre, este perro antidroga ha hecho perder millones de euros a los camorristas que, por eso, ahora lo quieren MUERTO. Dais asco... Grande Pocho, ¡te honro!", escribió ayer el ministro del Interior Italiano, Matteo Salvini, en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, los camorristas han ordenado acabar con la vida de este animal de cualquier forma que sea posible.

Incluso han ofrecido darle albóndigas envenenadas, le han dejado comida con droga, perras en celo en los apartamentos en el que esconden hachís o marihuana, entre otras formas.

Sin embargo, nada de esto ha valido la pena ya que está tan bien entrenado, que Pocho no come durante sus horas de trabajo, siendo un verdadero policia de cuatro patas.

Pocho únicamente responde a las órdenes de Sandro, el agente con quien ha conseguido una perfecta empatía y con quien vive en este momento. Su último descubrimiento fue hace pocas semanas, en Nocera Inferiore, en la provincia de Salerno, en donde hallaron 30 kilos de cocaína.

Sus historias son realmente increíbles.

Los perros pueden llegar a sorprendernos, como este perro policía en España, llamado 'Poncho', quien se dio cuenta que su compañero estaba inconsciente y se apresuró a hacerle RCP.

Este can comenzó a rebotar hacia arriba y hacia abajo varias veces sobre el pecho del oficial tratando de realizar este procedimiento de rescate.