Nadie quería tocar a gatito abandonado con 1 ojo, hasta que hombre decidió amarlo a pesar de todo

A pesar de haber sido rechazado por ser “Feíto”, el pequeño felino fue capaz de dar amor hasta su último aliento.

Un autor anónimo tomó parte de su tiempo para contar la desgarradora historia de Ugly (Feíto), un pequeño gato que vivía en su vecindario y que, por no ser el más agraciado, sufrió de maltratos por parte de muchas personas en el lugar.

Feíto era de pelaje atigrado blanco y dorado, le faltaba uno de sus ojos, así como también una oreja y en lugar de una cola, solo le quedaba un muñón que agitaba y contraía cuando quería expresar algo.

Su piel estaba repleta de cicatrices, llagas y magulladuras, producto de las maldades que las personas le hacían, pero aún así este felino solo sabía dar una cosa: amor.

“Todos en el complejo de apartamentos en el que vivía sabían quién era Ugly. Ugly amaba tres cosas en el mundo: pelear, comer de la basura y, por así decirlo, amor”, enumeró el escritor anónimo.

Cada vez que alguien veía a Feíto, la reacción se repetía: "¡Ese es un gato feo!", exclamaban y por eso le pedían a todos los niños de la comunidad que no lo tocaran. Mientras tanto, los adultos le tiraban piedras o usaban una manguera para espantarlo.

Pero el gatito siempre se quedaba en el mismo lugar, simplemente esperando a que la persona se cansara de arrojarle piedras o de usar la manguera, y lo dejaran tranquilo.

“Cada vez que Ugly veía niños, corría emocionado y golpeaba su cabeza contra las manos para convertirse en una mascota. Si lo levantabas, inmediatamente comenzaba a chuparte la camisa o las orejas, lo que sea que pudiera encontrar”.

Hasta que un día, el pequeño felino quiso jugar con los perros huskies de un vecino, quienes muy lejos de ser juguetones, lo maltrataron gravemente.

“Desde mi apartamento, pude escuchar sus alaridos y corrí en su ayuda. Cuando llegué allí, él yacía inmóvil, obviamente su pobre vida estaba llegando a su fin. Lo llevé a casa, temiendo que mi toque lo estuviera lastimando terriblemente”.

Los ronroneos del pobre Ugly se escuchaban débiles y su único ojo dorado apenas podía mantenerse abierto.

“Podía escucharlo jadeando y luchando pero luego sentí una sensación familiar. Ugly estaba amamantando en mi oreja. Lo acerqué más a mí y me golpeó la mano con la cabeza”.

Y aunque sentía tanto dolor, el gato lleno de defectos solo pedía un poco de afecto.

“En ese momento, pensé que Ugly era la criatura más hermosa y amorosa que jamás había visto. Nunca una vez trató de morderme o rasguñarme, o huir de mí. Ugly solo me miró, confiando en mí para aliviar su dolor”, refirió.

Feíto murió en los brazos del autor anónimo antes de que este pudiera llevarlo a su casa para atenderle las heridas.

Así que a su cuidador solo le quedó sentarse un largo rato a analizar cómo un pequeño gatito deformado y con cicatrices cambió su opinión sobre la verdadera pureza de espíritu para amar como lo hizo el felino.

“Ugly me enseñó más sobre dar y compasión que mil libros, conferencias o programas de entrevistas especiales. Mucha gente quiere ser más rica, más exitosa, querida y hermosa. Pero para mí, siempre trataré de ser feo".

Muchas veces, los animales tienen el corazón que a muchas personas les falta, y para muestra está el caso del gato Toby, que fue abandonado por sus dueños a 19 kilómetros de su casa.

Pero ellos no contaban con la astucia del felino que, a pesar de la distancia, logró regresar a su hogar.

Aunque, después de saber el destino final de Toby, hubiese sido preferible que no encontrara el camino de regreso.

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