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Gota: 5 inusuales síntomas que pueden indicar la presencia de esta enfermedad

Diego Rivera Diaz
19 mar 2019
10:29

La gota tiene muchos síntomas bien conocidos, pero estos 5 síntomas suelen no ser detectados (ni reportados) porque no los asocian con esta condición. Presta atención.

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Todos conocemos los síntomas clásicos de la gota, como el dolor extremo, articulaciones inflamadas y enrojecimiento. Si bien todos los casos de gota son resultado de la acumulación de cristales de ácido úrico, puede presentarse de formas inusuales.

Los síntomas típicamente aparecen de forma rápida y súbita, y desaparecen tras días o semanas. Sin embargo, si no es tratada, puede convertirse en una condición crónica, causando lesiones permanentes. Quienes la padecen deben recibir tratamiento médico para gota durante un episodio, evitando ataques futuros.

Mujer con síntomas de gripe. Fuente: Pixabay

Mujer con síntomas de gripe. Fuente: Pixabay

1. Síntomas de gripe

Uno de los síntomas más comunes que la gente suele descontar es sentirse enfermo, como si tuvieses un resfriado que no parece mejorar.

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La inflamación experimentada durante episodios de gota puede ser tan severa que causa síntomas de gripe, incluyendo altas fiebres, dolores musculares y fatiga.

Riñones. Fuente: Pixabay

Riñones. Fuente: Pixabay

2. Cálculos renales

La gota causa acumulación de cristales de ácido úrico en los riñones, conllevando a la aparición de cálculos renales. Entre 10% y 25% (entre 1 de cada 10 y 1 de cada 4) pacientes que padecen de gota presentan cálculos renales, los cuales pueden estar acompañados de otros síntomas más comunes, como bien pueden no estarlo.

Los cálculos renales pueden ser extremadamente dolorosos, y pueden provocar daño renal y hasta insuficiencia renal si no reciben el tratamiento adecuado.

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Tofo gotoso en rodilla. Fuente: Wikimedia Commons

Tofo gotoso en rodilla. Fuente: Wikimedia Commons

3. Tofos

Quienes padecen de gota crónica pueden desarrollar depósitos de cristales de ácido úrico, que se presentan como pequeños nódulos blancos o amarillentos. Su nombre es tofos, y son depósitos que suelen formarse en articulaciones como los dedos, las rodillas y los codos, aunque pueden salir en cualquier lugar del cuerpo, hasta el canal espinal.

Los tofos normalmente no duelen, pero a veces pueden inflamarse y producir una descarga. A veces, los tofos de gran tamaño requieren ser removidos quirúrgicamente, pero esto es bastante inusual.

Articulación sacro-ilíaca (en rojo). Fuente: Wikimedia Commons

Articulación sacro-ilíaca (en rojo). Fuente: Wikimedia Commons

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4. Dolor en la articulación sacro-ilíaca

La gota suele ser asociada con la articulación del dedo gordo del pie (la articulación metatarsofalangeal), pero sólo un 50% de los casos se presentan en esta zona. El resto de los casos afectan otras áreas, como las rodillas, las puntas de los dedos, y, raras veces, las articulaciones sacro-ilíacas.

Estas articulaciones se encuentran a ambos lados de la pelvis, entre el hueso sacro y la porción ilíaca. La gota en la articulación sacro-ilíaca puede causar dolor de espalda baja y dolor de caderas.

Dolor de muñeca. Fuente: PublicDomainPictures

Dolor de muñeca. Fuente: PublicDomainPictures

5. Dolor de muñeca

La gente que ha sentido dolor de muñeca por gota típicamente tiene gota poliarticular, es decir, su gota afecta más de una articulación. El dolor de gota en la muñeca es inusual, pero posible.

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Cuando una persona tiene gota en una articulación no muy conocida por su susceptibilidad a la misma, como la muñeca o el tobillo, puede ser difícil obtener un buen diagnóstico. Si la articulación está inflamada, el doctor puede drenarla con una aguja y enviar el fluido al laboratorio para realizar un análisis diagnóstico.

Otro síntoma muy conocido de la gota son los pies hinchados, pero hay muchas otras causas que pueden provocar esta condición. De hecho, los pies hinchados son señal de alerta de más de 9 problemas de salud.

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