Peligrosas terapias del obispo español que alegó poder curar la homosexualidad en niños
El obispado de Alcalá de Henares ofrecen terapias clandestinas para "curar" la homosexualidad. Estos cursos son ilegales según el artículo 70 de la Ley de Protección Integral contra la LGTBfobia de Madrid, aunque no hablen de "terapias reversivas" sino de "acompañamiento".
Un periodista se hizo pasar por un joven homosexual y acudió a la primera sesión de esta terapia ilegal en marzo. La sesión tuvo lugar en el Centro de Orientación Familiar Regina Familiae, servicio que pertenece a la diócesis de Alcalá.
Estas pseudo terapias son penadas por la ley y quienes las imparten pueden enfrentar multas tan altas como 45.000 euros. Fuentes de la diócesis de Reig Pla han confirmado la información, aunque niegan que sean "terapias reparativas" sino de formación "educativo-sexual".
TERAPIAS DE CONVERSIÓN
Según eldiario.es, la primera terapia fue impartida por una terapeuta que no es licenciada en psicología. El periodista, que se hizo pasar por un chico confundido, obtuvo una grabación donde la pseudoterapeuta admite que conoce bien el riesgo de las sesiones ilegales.
"Explicarte por qué sientes lo que sientes y cómo dejar de sentirlo se considera homofobia. Yo sé que esto puede tener consecuencias. Esto es un acto LGTBfóbico cognitivo. Podrían llegar incluso a cerrarnos el centro", se le oye decir a la mujer en el audio.
TERAPEUTA SIN PREPARACIÓN
La supuesta terapeuta, B. V., tenía conocimiento de la ley y sabía bien que sus acciones podrían causar nefastas consecuencias. También le dice al periodista que no le cuente a nadie sobre las terapias, ni siquiera a sus amigos.
"Yo sé que esto puede tener consecuencias. Podrían llegar incluso a cerrarnos el centro", admite B. V., quien dice ser doctora en biología.
UNA PRÁCTICA ANTICIENTÍFICA
Estas sesiones están enfocadas en cambiar la orientación sexual de las personas, algo que los especialistas del Consejo General de la Psicología de España tildan de anticientífico.
Las terapias de conversión son peligrosas y dejan graves secuelas "porque suelen derivar en problemas de ansiedad, depresión y suicidio".
Niño maltratado. Fuente: Flickr
La ley de Madrid es muy clara al respecto y prohíbe explícitamente "la promoción y realización de terapias de aversión o conversión con la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género".
Poco importa si las personas acuden de forma voluntaria o no, se considera una infracción grave que puede causar el retiro de subvenciones públicas.
Un sacerdote dando la bendición. Fuente: Shutterstock
LAS VÍCTIMAS
El joven Samuel tenía apenas 13 años cuando comenzó a ir a las terapias conversivas que buscaban revertir su homosexualidad. Admite que lo convencieron para ir, porque le dijeron que su orientación sexual suponía un problema para su familia.
"Cuando acababa la sesión nos hacían arrodillarnos delante de un sagrario y nos imponían las manos en los hombros y en la cabeza", cuenta.
Manos con un rosario. Fuente: Shutterstock
Ahora en sus veinte, debe asistir a terapia psicológica debido a la depresión en la que cayó después de sus sesiones en el obispado. "Si hubiera seguido allí me hubiera suicidado", asegura.
Álvaro es otra de las víctimas de los cursos de Reig Pla, en este caso en la diócesis de Murcia: "Fueron mis padres los que me llevaron. Un cura amigo suyo les comentó que podían tratarme para cambiar mi orientación".
Dos jóvenes tomados de las manos. Fuente: Shutterstock
PADRES HOMOFÓBICOS FUERON ARRESTADOS
Son muchos los niños que se ven sometidos a todo tipos de abusos por parte de los adultos debido a su orientación sexual. El trauma de la discriminación es más nocivo cuando son los padres del chico los que realizan el abuso.
En un caso relacionado. un adolescente de 15 años era insultado y golpeado por sus padres debido a que estos no aceptaban su orientación sexual. Ahora el chico vive con una tía.
Pareja de chicos tomada de la mano. Fuente: Wikimedia Commons
Un hombre y una mujer, de 37 y 35 años respectivamente, fueron detenidos por la Policía Nacional en Valencia, España, por maltratar emocionalmente a su hijo homosexual de 15 años.