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Niña se pinta puntos rojos tras darse cuenta de que sus amigos con varicela faltan a la escuela

Georgimar Coronil
25 abr 2019
19:16

Cuando Lily Schooley, de seis años de edad, ideó un plan para saltarse una prueba de ortografía, no tenía idea de que le saldría el tiro por la culata.

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Charlotte Schooley, de Saint Austell, Cornwell, compartió cómo el intento de su hija por ausentarse de la escuela por estar enferma, salió terriblemente mal, cuando descubrió lo "permanente" que resultó ser el bolígrafo Sharpie rojo mientras hacía "sus deberes".

Lily quería faltar a un examen al día siguiente. Notó que algunos de los niños de la escuela recientemente habían contraído varicela y, como ella ya la había tenido, decidió que dibujársela era la manera perfecta de perder todo el día de clases.

Lily Schooley sosteniendo el marcador rojo permanente que usó para marcarse. | Imagen tomada de:  YouTube/ Jane Choem

Lily Schooley sosteniendo el marcador rojo permanente que usó para marcarse. | Imagen tomada de: YouTube/ Jane Choem

Pidió un rotulador rojo a su madre de 34 años y corrió escaleras abajo, para poner en marcha su plan.

Se quejó de un sarpullido con picazón y lo mostró a sus padres, quienes de inmediato notaron algo raro, pero no obstante, le preguntaron cuál era el problema.

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"Creo que tengo varicela, no puedo ir a la escuela”, le dijo Lily a su mamá.

Lily Schooley con su falsa erupción. | Imagen tomada de: YouTube/ Jane Choem

Lily Schooley con su falsa erupción. | Imagen tomada de: YouTube/ Jane Choem

Charlotte y David le siguieron el juego y fingieron estar preocupados por la repentina erupción de su hija mientras intentaban no reírse. La niña de seis años representó bien el papel hasta que Charlotte insistió en que la llevaran al hospital.

La pequeña corrió escaleras arriba y trató de limpiar los puntos que esparció con mucho esfuerzo por todo su cuerpo. Ninguna cantidad de jabón corporal, aceite para bebé o laca para el cabello pudo ayudar a quitar las manchas.

Luego llegó la siguiente preocupación de Lily, tras darse cuenta de que ahora tendría que ir a la escuela con las manchas que no pudo quitar.

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Lily mostrando las marcas en sus piernas.| Imagen tomada de: YouTube/ Jane Choem

Lily mostrando las marcas en sus piernas.| Imagen tomada de: YouTube/ Jane Choem

"No puedo ir a la escuela, mamá, porque todo el mundo se va a reír", expresó Lily.

Eso tampoco la salvó de asistir a clases y Charlotte tuvo que enviar una nota a la escuela para explicar que las manchas no eran contagiosas ni reales. Pasaron cuatro días antes de que se quitaran los puntos rojos.

Como padre, y no ajeno a la laboriosidad de un niño, el pediatra David L. Hill, señaló algunas señales reveladoras de que un niño podría estar fingiendo una enfermedad.

Madre con su hija enfermo en casa. | Imagen tomada de: Shutterstock

Madre con su hija enfermo en casa. | Imagen tomada de: Shutterstock

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Muchos chicos tienen las quejas habituales de que “me duele la cabeza” o “me duele la barriga” y, como la fiebre es un boleto garantizado para quedarse en casa, también es una de las excusas favoritas.

La fiebre no es fácil de fingir y las pruebas orales con un termómetro, tras asegurarse de que el niño no comió ni bebió nada caliente de antemano, mostrarían si la fiebre es real o no.

Niña enferma en cama.| Imagen tomada de: Shutterstock

Niña enferma en cama.| Imagen tomada de: Shutterstock

Si se queja de dolor de cabeza y persiste durante más de dos horas luego de haber probado el ibuprofeno o el acetaminofeno, es recomendable que haga una visita al médico. El comportamiento general del pequeño también mostrará si algo está mal.

Estar letárgico y no querer bromear o jugar, sollozar y cerrar los ojos indicaría que las quejas no deben ser desestimadas.

Incluso si el niño ha usado estas tácticas en el pasado, investigue cada una y asegúrese de no pasar nada por alto.

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