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Chiste del día: Un mexicano monta su bicicleta para cruzar la frontera americana

Fabricio Ojeda
22 jun 2020
00:40

Durante seis meses, el hombre que usaba su transporte ecológico estuvo repitiendo su rutina día tras día. Y aunque el guardia de la frontera tenía sospechas sobre él, jamás encontró un motivo para arrestarlo.

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El trabajo de los funcionarios de seguridad es evitar que cualquier cosa sospechosa se les escape y que los ciudadanos se mantengan dentro de los preceptos de la ley.

Sin embargo, muchos de estos agentes dejan pasar algo que está simplemente frente a sus narices por fijarse en las señales equivocadas. Por su parte, los astutos que se saltan las normas no dejan pasar la mínima oportunidad de sacar provecho de este punto ciego de la legislación.

Una cerca separa Tijuana, México, densamente poblada, a la derecha, de Estados Unidos en el Sector de San Diego. | Foto: Wikipedia

Una cerca separa Tijuana, México, densamente poblada, a la derecha, de Estados Unidos en el Sector de San Diego. | Foto: Wikipedia

Un mexicano llamado Juan se valía de su bicicleta para cruzar la frontera de los Estados Unidos. Su equipaje solo constaba de dos bolsas de arena que cargaba en su espalda.

Una vez en la línea fronteriza con el país del ‘sueño americano’, Juan se encontró con un guardia que lo detuvo para revisarlo.

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"¿Qué tienes en las bolsas", preguntó el funcionario. Y Juan respondió: “Arena”.

Hombre conduce una bicicleta. | Foto: Pixabay

Hombre conduce una bicicleta. | Foto: Pixabay

El uniformado le informó que revisarían las bolsas para asegurarse de que no llevaba drogas. Por su parte, el mexicano no tenía nada de qué preocuparse, porque le había dicho la verdad y lo que contenían las bolsas era 100% arena.

Confundido, el guardia sabía que no tenía pruebas en su contra y que el ciclista nada ilegal estaba haciendo. Así que colocó toda la arena en bolsas nuevas y dejó ir al hombre en bicicleta. Entonces, el viajero colocó el peso en su espalda y pudo cruzar la frontera.

Pareja camina en la línea limítrofe entre México y Estados Unidos. | Foto: Flickr

Pareja camina en la línea limítrofe entre México y Estados Unidos. | Foto: Flickr

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La misma rutina siguió ocurriendo todos los días durante varios meses. No obstante, seis meses después, Juan no se volvió a aparecer por la frontera con sus infaltables bultos de arena.

Semanas después, el agente tuvo un día libre y decidió relajarse en un bar local. Cuando entró, vio que el mexicano se estaba tomando una cerveza en el lugar.

Hombre viaja en bicicleta por un camino de tierra. | Foto: Public Domain Pictures

Hombre viaja en bicicleta por un camino de tierra. | Foto: Public Domain Pictures

Sin poder controlar su curiosidad, el guardia se acercó a Juan y le dijo: “Hola hombre. Sé que estás ocultando algo. Solo quiero saber, entre tú y yo, y te prometo que no te meteré en problemas, ¿qué has estado contrabandeando?"

Por la mente del uniformado tal vez pasaron decenas de posibles trampas por parte del mexicano, pero jamás se imaginó lo que venía. En eso, Juan lo miró por un segundo, bebió su cerveza y luego respondió: "Bicicletas".

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Hombre con las manos esposadas. | Foto: Pixabay

Hombre con las manos esposadas. | Foto: Pixabay

A diferencia del guardia anterior, un policía de tránsito que se encontraba en funciones decidió arrestar, sin escuchar explicaciones, a un conductor que manejaba muy por encima de la velocidad permitida.

Tal vez el uniformado pensaría que iba a quedar como un buen oficial ante su jefe. Pero lo cierto es que estaba muy lejos de la realidad.

Fuente: Unijokes.com

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