María Jiménez recuerda su dura infancia: "Pasar hambre. Tú no sabes lo que es eso"
María Jiménez dio un fuerte y devastador testimonio sobre su juventud, en su más reciente aparición pública.
La intérprete de “¡Qué felicidad la mía!” apareció en el plató de ‘El Hormiguero’, en donde no solo presentó su nuevo álbum, sino que también discutió ciertos aspectos de su vida personal.
‘La vida a mi manera’ es el nombre del disco que promete causar todo tipo de emociones y, sobre todo, entretener. Recordemos que, en 2019, María Jiménez estuvo internada y en coma durante dos meses, luego de sufrir complicaciones a raíz de una obstrucción intestinal.
En julio del mismo año, el hospital sevillano Virgen del Rocío finalmente le dio el alta, y Jiménez continuó su recuperación en casa. Desde ese momento, la artista se sometió a una ardua rehabilitación para recuperar progresivamente la movilidad de su cuerpo.
COMPLETAMENTE RENOVADA
Con el pasar de los meses, comenzamos a saber más y más de María. De hecho, a comienzos de año se apareció en el plató de ‘Sábado Deluxe’, y actualizó a todos sobre su estado de salud y los hizo reír con sus ocurrencias.
Más recientemente, Jiménez fue invitada a ‘El Hormiguero’, en donde, entre otras cosas, presentó su nuevo disco musical y habló un poco de su dura infancia.
Jiménez reveló que ella en realidad es gitana, contrario a lo que la mayoría de la gente pensaba: “Yo creía que era paya, pero no lo soy. Los gitanos me decían que yo no podía ser paya, que yo tenía que ser gitana", aseguró la rubia.
Y es que su hermana y ella se enteraron justo antes de que su padre muriera. El señor lo había mantenido en secreto debido a una reprochable acción de su progenitor.
“Mi abuelo se jugó a mi abuela a las cartas y la perdió. Entonces mi padre renegó de su padre y nunca nos dijo que éramos gitanos", confesó María.
Respecto a su difícil infancia, la sevillana recordó haber pasado mucha hambre, y que comía pan duro con chicoria, o lentejas, si es que había.
“Pasar hambre... Tú no sabes lo que es eso. (…) Pan duro por la noche con chicoria, sin azúcar y sin nada. Yo prefería no cenar. (…) O unas lentejas que hacía la prima de mi madre mientras que ella iba a limpiar", aseguró la cantante.
María complementaba su escasa dieta con mucha agua. No obstante, dijo que ahora le gusta la buena vida, beber champaña y comer caviar.